El lujo y la tragedia: la vida del capitán Aldunate, entre una mansión de $us 300.000 y un crimen planificado

En una de las zonas más exclusivas de Santa Cruz de la Sierra, sobre la avenida Beni, entre el Cuarto y Quinto Anillo, se alza una casa de dos plantas que hasta el miércoles 19 de febrero fue el hogar del capitán de la Policía José Carlos Aldunate, asesinado en un ataque planificado que ha conmocionado a la ciudad. La residencia, valuada en aproximadamente $us 300.000, cuenta con portones de madera, cámaras de seguridad con sensores de movimiento y acabados de lujo en su fachada, revestida con azulejos y detalles que reflejan su alto costo.

La vivienda, terminada de construir en junio del año pasado, según datos recabados por la Fiscalía, se encuentra en una de las áreas más cotizadas de la ciudad. Sin embargo, el estilo de vida del capitán Aldunate contrasta con su salario de aproximadamente Bs 5.000 mensuales, según la escala salarial policial para un oficial sin el Diplomado de Altos Estudios. Este dato ha generado interrogantes sobre cómo el uniformado podía costear semejantes comodidades.

Prensa Libre

El crimen ocurrió alrededor de las 08:00 del miércoles, cuando Aldunate salía de su casa en su vehículo, una Ford Territory Titanium modelo 2024 valuada en más de $us 42.000, para llevar a su hija al colegio. En ese momento, un Suzuki Grand Vitara de color plomo, con placa 3013FGY, se posicionó estratégicamente detrás del garaje, bloqueando el paso del oficial. Dos sicarios vestidos de negro descendieron del vehículo y, en menos de 20 segundos, dispararon 45 veces con armas de nueve milímetros. El capitán murió por siete impactos de bala en el corazón y los pulmones, según la autopsia.

Horas después del crimen, el ciudadano chileno Hugo Bustos, director de una ONG dedicada a la búsqueda de vehículos robados, reveló en sus redes sociales que el Ford Territory Titanium del capitán estaba registrado en Chile. Este dato ha añadido más misterio al caso, alimentando especulaciones sobre posibles vínculos del oficial con actividades ilícitas.

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, señaló que existen tres hipótesis sobre los móviles del crimen, aunque no las detalló. Adelantó, sin embargo, que los sicarios tendrían nacionalidad colombiana, lo que sugiere un crimen de alta complejidad y planificación. Mientras tanto, en redes sociales, el caso ha generado un intenso debate, con versiones que apuntan a una supuesta relación del capitán con el narcotráfico, basadas en un caso anterior en el que habría estado implicado.

La muerte de Aldunate no solo ha dejado al descubierto un crimen brutal, sino también una serie de interrogantes sobre su estilo de vida y los recursos que le permitían acceder a lujos que, aparentemente, superaban con creces su salario policial. La investigación continúa, mientras la ciudad espera respuestas.