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BoA y la aviación en Bolivia: burocracia, crisis y falta de competencia
Los trámites engorrosos y la presión tributaria dificultan la llegada de nuevas aerolíneas, mientras BoA enfrenta críticas por su servicio y monopolio de facto.
Domigo, 9 de febrero de 2025 (FmBolivia).- Emprender en el transporte aéreo en Bolivia es un desafío titánico. Las empresas interesadas en ingresar al mercado deben sortear un laberinto burocrático que puede demorar hasta tres años, desincentivando la inversión privada y consolidando el dominio de la estatal Boliviana de Aviación (BoA).
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Actualmente, BoA controla entre el 80% y el 85% del tráfico aéreo interno e internacional. Sin embargo, la aerolínea enfrenta una crisis operativa con constantes quejas por demoras, problemas técnicos y pérdidas acumuladas que superan los $us 100 millones entre 2020 y 2024. En medio de esta situación, su gerente, Ronald Casso, renunció recientemente.
Los expertos advierten que la falta de competencia en el sector no solo se debe a la posición dominante de BoA, sino también a los altos costos y barreras de ingreso impuestas por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT). Estos organismos exigen hasta 15 trámites distintos, incluyendo requisitos de solvencia financiera, contratación del 85% de personal boliviano y la obtención de múltiples certificaciones.
En comparación, países como Chile y Colombia cuentan con regulaciones más flexibles que permiten la entrada de nuevas aerolíneas en menos tiempo. En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA) mantiene estándares rigurosos, pero sin restricciones proteccionistas como las de Bolivia.
Además de la burocracia, el alto costo de combustibles, las tarifas aeroportuarias elevadas y la falta de estabilidad jurídica desincentivan la inversión en el sector. La crisis de dólares en el país también ha afectado la operación de aerolíneas, encareciendo los costos de mantenimiento y alquiler de naves.
A pesar de estas evidencias, el gobierno niega la existencia de un monopolio y asegura que Bolivia cuenta con 15 operadores aéreos. No obstante, la realidad muestra que BoA sigue dominando el mercado, mientras otras aerolíneas como Ecojet y Transporte Aéreo Militar (TAMEP) operan con una presencia reducida.
Para los pasajeros, esto se traduce en un servicio deficiente con pocas opciones y precios elevados. Mientras no se apliquen políticas que fomenten la competencia y se reduzcan las barreras de entrada, la aviación comercial en Bolivia seguirá siendo un mercado restringido con una aerolínea estatal en crisis y sin alternativas reales para los consumidores.