Luis Arce acusa a Evo Morales de ser la «nueva derecha» y de fraccionar al MAS

  • El presidente de Bolivia, Luis Arce, denuncia una alianza entre Evo Morales y la oposición, que ha generado crisis económica y división dentro del Movimiento al Socialismo.

El presidente Luis Arce ha acusado al exmandatario Evo Morales de haberse convertido en la «nueva derecha» del país. En una entrevista concedida a Jornada de México, Arce sostuvo que Morales lidera un acoso político y económico contra su gobierno, promovido en alianza con figuras de la oposición como Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho.

Prensa Libre

Según Arce, estas acciones han profundizado la crisis económica que atraviesa Bolivia y, lo que es más grave, han generado una división interna en el MAS, el partido que gobernó Bolivia durante más de 14 años. El principal factor de esta fractura, según Arce, son las aspiraciones de Morales a una nueva candidatura presidencial en 2025, lo que ha debilitado al partido y permitido que la oposición gane terreno.

En cuanto a la situación económica, Arce hizo énfasis en los efectos negativos de la administración de Morales en el sector hidrocarburos. La caída en la producción de gas y la falta de inversión en exploración durante los 14 años de Morales han sido factores clave en la actual escasez de divisas. A esta crisis, se suma el incremento de la importación de diésel, que ha aumentado del 50% en 2014 al 90% en la actualidad, un fenómeno agravado por el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Arce también denunció un bloqueo legislativo que limita la aprobación de financiamiento externo necesario para el desarrollo de la economía nacional. Este obstruccionismo, que persiste desde 2022, ha perjudicado la posibilidad de conseguir los recursos imprescindibles para la estabilidad financiera de Bolivia.

Pero la crítica de Arce a Morales no se limita al ámbito económico. El presidente también acusó a su antecesor de ser un agente de división dentro del MAS. Según Arce, Morales actúa como un «instrumento de fraccionamiento» con el apoyo de actores internacionales y el «imperialismo», promoviendo un discurso de polarización y fortaleciendo a la oposición, en especial en el contexto de los eventos de 2019, cuando se produjo el golpe de Estado.

Además, Arce se refirió al financiamiento de las recientes protestas y bloqueos en el país. Cuestionó el origen de los recursos que habrían financiado estas movilizaciones, las cuales, según él, involucraron grandes sumas de dinero. Varias organizaciones sociales han señalado irregularidades en el uso de fondos dentro del MAS, lo que ha generado dudas sobre la transparencia en el manejo de los recursos del partido.

En otro tema delicado, Arce también abordó las acusaciones de estupro contra Morales, relacionadas con su relación con una menor de edad. El presidente aseguró que estas denuncias eran «un secreto a voces», que afectan no solo la imagen de Morales, sino también los principios éticos y morales del MAS y de la sociedad boliviana en su conjunto. El mandatario dejó claro que su gobierno no tolerará este tipo de conductas y que actuarán con firmeza ante cualquier violación de principios.

A pesar de las tensiones internas y las dificultades económicas, Arce se mostró optimista sobre el futuro económico de Bolivia. Anunció que, a partir de 2026, un nuevo megacampo de gas estará en condiciones de exportar, lo que, según él, contribuirá a fortalecer las finanzas del país y a superar las dificultades actuales.

Este cruce de acusaciones entre Arce y Morales marca un hito importante en la historia reciente de Bolivia, donde las luchas internas dentro del MAS parecen ser más intensas que nunca. La “nueva derecha”, como ha denominado Arce a su antecesor, podría ser un nuevo capítulo en la política boliviana, con repercusiones que aún están por verse.