Agresión a periodistas en Mairana: Josué Chubé narra su dramática experiencia en medio del conflicto

  • El periodista de Unitel fue golpeado durante el desbloqueo en Santa Cruz, pero logró escapar gracias a la solidaridad de los vecinos.

En un violento episodio que dejó un saldo de heridos entre policías, bloqueadores y periodistas, Josué Chubé, periodista de Unitel, fue agredido mientras cubría los enfrentamientos en Mairana, Santa Cruz. “Pensé en mi hija. Uno no sabe si va a salir. Me pegaron con todo, me tumbaron, gracias a Dios logré escapar con la ayuda de vecinos de Mairana. Solo pensé en mi hija,” declaró Chubé, quien se encuentra recuperándose en un hospital en la capital cruceña.

Prensa Libre

Durante la mañana del martes, se registraron enfrentamientos entre los bloqueadores y la policía, con un saldo preocupante de heridos, incluidos uniformados, manifestantes y periodistas. Chubé, quien ha ejercido el periodismo desde 2005, se encontró en el centro del conflicto: “Se escuchó dinamita, los bloqueadores tiraban piedras y tras dos horas de enfrentamiento, emboscaron a los policías y nosotros quedamos al medio. Nos llenaron de piedras y palos. Me separé del grupo, ahí me apalearon, me pegaron con todo,” relató con la voz entrecortada.

La violencia estalló cuando los manifestantes avanzaron, dejando al periodista a merced de la situación. “Los vecinos me vieron, se fijaron en el chaleco, y me ayudaron a escapar. Dije que era periodista, pero no le importó a la gente. Tomaron rehenes,” agregó Chubé, quien agradeció la solidaridad de los residentes locales que, tras su agresión, lo resguardaron y lo llevaron en moto a un lugar seguro. Actualmente, se encuentra en un hospital de la capital cruceña, donde recibe atención médica.

La situación en Mairana es reflejo de un clima de tensión creciente en el país, donde las comunidades, que supuestamente habían sido beneficiadas con la dotación de tierras, ahora se enfrentan con fuerzas policiales en el marco de bloqueos y protestas. Chubé, al ver la violencia desatada, enfatizó la urgencia de que las autoridades “puedan identificar a las personas que lo agredieron a él y otros policías que estaban en el lugar.”

Este episodio es un recordatorio sombrío de los riesgos que enfrentan los periodistas en su labor diaria, donde la búsqueda de la verdad puede tener consecuencias peligrosas.