- Equipos de prensa fueron golpeados y cercados por manifestantes cocaleros afines a Evo Morales, en un violento operativo policial en la carretera Cochabamba-Oruro. Un policía resultó gravemente herido.
En un episodio de violencia y tensión sin precedentes, periodistas de los medios BoliviaTv y Red Uno fueron agredidos mientras cubrían un operativo policial en Parotani, a la altura del kilómetro 39 de la carretera que conecta Cochabamba con el occidente del país.
Los reporteros, junto a efectivos antimotines, quedaron atrapados en un puente mientras manifestantes cocaleros afines al expresidente Evo Morales los rodeaban y lanzaban piedras, dinamita y otros objetos contundentes.
El incidente ocurrió este viernes, cuando la policía inició una operación para despejar la vía principal, bloqueada por más de doce días, utilizando maquinaria pesada para retirar piedras y escombros. De repente, decenas de manifestantes surgieron desde diversos puntos, según relató el fotoperiodista Dico Soliz del diario Opinión a la Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).
“Estábamos acorralados en un puente, sin ruta de escape, mientras llegaban piedras y explosiones de dinamita,” narró Soliz, quien fue testigo de la golpiza que sufrieron los equipos de prensa. Su fotografía, donde se observa a un policía herido recibiendo auxilio tras perder una pierna debido a la explosión de dinamita, rápidamente se difundió en redes sociales, mostrando la crudeza de los enfrentamientos.
Entre las víctimas de las agresiones se encontraban mujeres periodistas, reporteros de televisión y personal de apoyo, quienes fueron golpeados, empujados e intimidados en medio del caos, mientras se escuchaban detonaciones de dinamita y el estallido de gases lacrimógenos lanzados por la policía en un intento por dispersar a los bloqueadores. Según Soliz, estos disturbios representaron el momento más peligroso de sus 26 años de carrera como corresponsal en zonas de conflicto.
La corresponsal de BoliviaTv, en una transmisión en vivo realizada durante la tarde, describió los momentos de angustia: “Nos empezaron a agredir, patearon a los compañeros y hasta intentaron quitarnos el equipo de grabación”. A pesar de que inicialmente los manifestantes permitieron el paso de la maquinaria y a los agentes que retiraban los escombros, poco después atacaron a los policías y periodistas con dinamita, ante lo cual los efectivos respondieron con gases lacrimógenos.
Cuando los agentes lograron despejar parcialmente el puente, los manifestantes emergieron desde todas las direcciones, incluyendo el río y las colinas aledañas, lanzando una lluvia de piedras, petardos y explosivos, lo que generó una escena de confusión y terror en la que los periodistas quedaron atrapados.