Vulnerabilidad sísmica en Bolivia: Urge mejorar la cultura de prevención

25 de julio de 2024 (FmBolivia).- Los recientes eventos sísmicos registrados en Chile y sentidos en al menos cinco departamentos de Bolivia han revelado la falta de preparación ciudadana para afrontar circunstancias impredecibles como terremotos o deslizamientos. A pesar de que el riesgo de amenazas telúricas es moderado en el país, los efectos de estos eventos pueden ser devastadores si no se mejora la cultura de prevención.

«Somos vulnerables», afirmó Gonzalo Fernández, director del Observatorio San Calixto, recordando el sismo de magnitud 6.8 que afectó a Cochabamba la madrugada del 22 de mayo de 1998. Este terremoto fue el más mortífero del siglo pasado, destruyendo cientos de casas en Aiquile, Totora y Mizque, y cobrándose la vida de más de 100 personas. La tragedia puso en evidencia la falta de previsiones tanto de la población como del Estado.

Prensa Libre

Fernández explicó que en Sudamérica, especialmente en la región andina, se produce la subducción entre la placa de Nazca y la placa continental, acumulando energía que eventualmente se libera en forma de terremotos. “Nosotros reportamos tres sismos al día, intermedios entre La Paz, Oruro y Potosí, con magnitudes de 3 a 4, que no son percibidos por la población. No se puede predecir un sismo, pero debemos socializar la cultura sísmica y saber qué hacer antes, durante y después de un terremoto para evitar daños graves”, añadió Fernández.

Solangel Murillo, geóloga y experta en gestión de riesgos, destacó que los departamentos con mayor riesgo de movimientos sísmicos son Cochabamba y Chuquisaca, debido a las fallas geológicas y el acomodamiento de bloques rocosos. «Son los que tienen más riesgo sísmico, seguido de los departamentos cercanos al altiplano por el grosor de la corteza terrestre en el territorio. Los departamentos con menor riesgo sísmico son los del oriente, aunque no se deben descartar los sismos históricos en Bolivia», señaló Murillo.

Aunque Bolivia no ha registrado terremotos de gran magnitud que hayan provocado grandes desastres naturales, existen otros factores que aumentan la vulnerabilidad de algunas regiones, como la topografía accidentada, la falta de control en las edificaciones y la ausencia de planes de emergencia para sismos. “Nuestro riesgo es moderado, no podemos descartar al 100% la posibilidad de un sismo. En La Paz, por ejemplo, la mayor parte de los suelos no están consolidados en roca, lo que aumenta el riesgo”, añadió Murillo.

Ante la inevitabilidad de los eventos sísmicos, es urgente aplicar medidas de prevención en Bolivia. La repetición de eventos como el de 1998 es posible, y aunque no se puede predecir cuándo ocurrirán, es crucial actuar ahora. Se deben generar reuniones de alto nivel con el Viceministerio de Defensa Civil, alcaldías, universidades, y unidades de gestión de riesgo de gobernaciones y municipios para diseñar y ejecutar planes de emergencia efectivos.

Murillo también destacó la importancia de construir estructuras sismorresistentes. «Muchas construcciones en nuestra ciudad ya han tomado en cuenta estándares internacionales de diseño sísmico, pero muchas edificaciones en las laderas no contemplan estándares de construcción regulares, y mucho menos sismorresistentes», finalizó.