Apagón masivo en Venezuela expone la fragilidad del sistema eléctrico bajo el régimen de Maduro
 |  |  |
La interrupción eléctrica que afectó a millones de venezolanos el pasado 31 de agosto muestra la falta de inversión y la mala gestión del sistema durante años de régimen chavista.
31 de agosto de 2024.- La interrupción eléctrica, que dejó a gran parte de Venezuela sin luz el pasado viernes 31 de agosto, ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema eléctrico del país, resultado de años de mala gestión y falta de inversión bajo el régimen de Nicolás Maduro. El apagón, que en algunas zonas duró más de 10 horas, afectó a millones de personas y reflejó la inestabilidad crónica de la red eléctrica.
El ingeniero eléctrico José Aguilar advirtió que este evento no fue un incidente aislado, sino una señal de problemas estructurales profundos. Según Aguilar, la falla ocurrió durante un momento de baja demanda eléctrica, lo que debería haber facilitado su manejo. Sin embargo, la respuesta lenta y la falta de transparencia del régimen han generado dudas sobre la magnitud real del problema. “Esto no es un simple incidente que se resuelve en unas horas; es una señal de que algo más profundo está fallando y que no se está siendo transparente con la situación. Ellos son expertos en mentir”, comentó Aguilar en una entrevista con el medio Efecto Cocuyo.
Mientras tanto, la recuperación del servicio ha sido lenta y desigual. En regiones como Caracas, Portuguesa, Carabobo, Mérida y Aragua, la electricidad se ha restablecido gradualmente, aunque con dificultades. En Bolívar, la energía volvió solo para apagarse nuevamente una hora después, mientras que en Maracaibo y Táchira persisten las interrupciones del servicio. En Caracas, la situación afectó gravemente el transporte público, obligando al gobierno a activar el “Plan Centella” para facilitar la movilidad.
El régimen de Maduro, que ha atribuido los apagones a actos de sabotaje en múltiples ocasiones, enfrenta un creciente escepticismo entre la población. La falta de información clara y oportuna agrava la situación, generando una crisis de confianza en la gestión del sistema eléctrico. Aguilar destacó que la verdadera prueba de un sistema eléctrico eficiente es su capacidad de recuperación, algo que actualmente parece fuera de control en Venezuela.