CIDH señala la polarización y falta de independencia judicial como preocupaciones en Bolivia en su informe preliminar
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha emitido un informe preliminar sobre su visita a Bolivia, en el que destaca la polarización social y la fractura en el país como factores de preocupación, así como la falta de independencia judicial.
A pesar de que la CIDH reconoció el progreso en la inclusión y participación social, identificó grandes desafíos estructurales que persisten en Bolivia.
La comisionada Esmeralda Arosemena advirtió que la polarización se ha profundizado debido a las heridas abiertas del conflicto de 2019 y ha llevado a un recrudecimiento de la violencia partidista.
Sin embargo, señaló que la sociedad boliviana tiene una oportunidad excepcional para superar la situación actual y avanzar hacia una nueva etapa de reconciliación. Arosemena instó a las autoridades y líderes a contribuir con su discurso a un ambiente favorable para la reconstrucción del tejido social boliviano.
En cuanto a la justicia, la CIDH observó problemas como falencias normativas, debilidades institucionales y la falta de independencia judicial, lo cual ha llevado a una falta de confianza por parte de la población.
El informe indica que una profunda reforma del sistema de justicia que garantice una plena y efectiva independencia judicial beneficiaría a todos los sectores de la sociedad boliviana.
La CIDH consideró que el proceso de selección de integrantes de las altas cortes es una oportunidad histórica para el país de dar el primer paso hacia una reforma integral del sistema de la administración de Justicia, partiendo por asegurar la independencia judicial.
El informe también expresa preocupación por la exclusión de algunos pueblos indígenas en las políticas públicas, elevados niveles de violencia de género, la escasez de servicios de asesoramiento psicosocial, asistencia jurídica y refugios adecuados, y la escalada de agresiones a periodistas en los últimos años.
En resumen, la CIDH observa una situación social polarizada y una falta de independencia judicial en Bolivia, pero al mismo tiempo destaca la oportunidad excepcional que tiene la sociedad boliviana para avanzar hacia una nueva etapa de reconciliación y una reforma integral del sistema de justicia que garantice una plena y efectiva independencia judicial.