La cultura de donación, única esperanza de los pacientes
Para los enfermos renales es muy complicado solicitar el riñón de alguno de sus familiares, hermanos y esposos. Por eso, la cultura de donación es su única esperanza. Piden al Gobierno impulsar programas para concientizar a la gente.
“Queremos que las personas comiencen a cambiar de pensamiento. Muchos jóvenes quieren donar, pero sus familiares no lo permiten, pese a que se registraron como donantes”, dice el presidente de la Asociación de Pacientes Renales, Lucio Ramos.
El responsable nacional del Programa de Salud Renal, Adolfo Zárate, explica que es “producto de una (mala) costumbre” en el país. “La gente, especialmente la mayor, quiere enterrar completito a su familiar”, dice.
Hace un par de semanas, un joven sufrió muerte encefálica. Ante esa situación, su madre dijo que quería donar los órganos de su hijo, pero los familiares la presionaron hasta lograr que desista de esa decisión.
Zárate explica que urge cambiar esa forma de pensar y eso sólo es posible a través de la concientización a la población. “Para los 11 millones de habitantes, tenemos 55.000 personas registradas como donantes voluntarios. Eso significa que es muy poca esa población altruista, como para decir que en Bolivia ya tenemos el espíritu de donación, aún falta”.
Dice que hay más inscripciones en marzo, cuando se recuerda el mes del riñón. “Cada año reportamos entre 4 a 5.000 registrados”. La inscripción en La Paz se realiza en el edificio Alborada (calle Loayza y Juan de la Riva).
El artículo 10 de la Ley 1716 de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células establece que la persona debe haber “donado en vida sus órganos y tejidos para ser usados después de su muerte, o que exista la autorización expresa de los familiares legalmente habilitados”. “Si el difunto fuera menor de edad, la autorización para las donaciones deberá ser dada por escrito por quien sea su tutor”.
El reglamento añade que la voluntad de donar por parte de una persona viva deberá ser registrada en un libro, a cargo de los Servicios Departamentales de Salud (SEDES). La entidad entregará un documento que identifica a la persona como donante.
Zárate expresa que dicha norma señala que existen dos grupos de personas que pueden donar, en primera instancia están los familiares hasta el cuarto grado de parentesco. “El cónyuge, los hijos mayores de edad, los padres, los hermanos mayores de edad, los abuelo y los nietos mayores de edad”, asegura.
Detalla que la ley también establece que se puede realizar la donación voluntaria con personas no relacionadas. “Si tienes un amigo y quiere regalarte su riñón, eso está permitido, pero debe declarar que no te va cobrar”.
En Bolivia desde que se modificó la ley, el Estado paga ahora por los trasplantes. Hasta la fecha se realizaron 213 trasplantes. “88 con donante vivo y 22 con donante cadavérico”, dijo.
El jueves, una persona que tenía muerte encefálica en Cochabamba donó sus dos riñones y salvó la vida de dos personas. “Ahora se recuperan favorablemente”, concluye.
Pagina Siete.