Sin control ni ley, comerciantes son dueños de aceras en El Alto
La acera de la calle 1 de la Ceja de la ciudad de El Alto se parece más a un juego de obstáculos que a un paso para los peatones. La escena se repite en casi todas las calles aledañas a este sector, donde niños, adultos y personas de la tercera edad prefieren sortear los autos de las avenidas antes que los letreros y puestos de venta que se acomodan en los pasos peatonales.
La avenida Franco Valle se encuentra repleta de tiendas de comida que sacan parrillas, ollas, garrafas y letreros en más de la mitad de la acera. De algunos de los negocios, varios de sus ayudantes se instalan en mitad de la calle para ofrecer caldo de cardán, y sajta de pollo, entre otros platillos.
¿Por qué nadie controla el uso de las aceras? El concejal Javier Tarqui dice que el municipio no cuenta con una norma para controlar y prohibir el uso de las aceras por parte de negocios.
“Todos los días hay vulneración de derechos por parte de quienes pasan del espacio privado al público. Es un avasallamiento. Como Gobierno Municipal no tenemos una ley de la calzada. No tenemos una normativa para asumir acciones”, sostiene Tarqui.
Según el concejal, El Alto tiene la Ley 482 que establece que el municipio tiene espacios de dominio público. “Y las aceras tienen esa característica”, dice e indica que se requiere una norma específica.
Además de los letreros o muestras de las galerías comerciales que copan las aceras, los gremiales también se adueñan de estos espacios. Venden ropa, fruta, pan y queso, entre otros productos.
“En una vía, calle o acera, si una persona quiere asentarse tiene que tener la autorización de la Alcaldía. En El Alto tenemos 325 asociaciones que tienen una ordenanza municipal que les permite el asentamiento en una acera o calle. Si se encuentra a una persona que se asienta y no tiene legalidad, es levantada del lugar”, explica Tarqui. Detalla que en la gestión de la alcaldesa Chapetón sólo se aceptó a siete nuevas asociaciones que, además de concluir su trámite administrativo, están ubicadas en la periferia de la ciudad .
Según el director de Ferias y Mercados, Luis Terceros, el control a los locales o tiendas es una tarea de la Dirección de Recaudaciones. Dice que está prohibido que las tiendas ocupen las aceras más allá de los 60 centímetros.
En la avenida Franco Valle, hay un restaurante que ocupa la mitad de la acera. En la calle 2 de la Ceja, los negocios dejan un estrecho pasillo a los transeúntes, que se estancan si alguien se detiene a comprar algo.
Terceros dice que con el plan Ceja Amigable se buscará solucionar este tema. Añade que el año pasado se realizaron 120 operativos. “Este año ponemos el plan en marcha”, adelanta.
Tarqui dice que la Intendencia hace operativos todos los días en bares, cantinas y puestos de ventas, pero falta personal. “Tiene 300 personas y no alcanza”, lamenta.
Terceros acota que cuando realizan los operativos, los vecinos salen a defender a quienes copan las aceras. “Son los dueños de las galerías y los que alquilan las tiendas”, dice. Y es que parece que las aceras de la Ceja tienen dueños.