Se ahonda crisis política en Alcaldía de Quillacollo
Desde el alejamiento de Eduardo Mérida, la Alcaldía de Quillacollo en Cochabamba se encuentra en una crisis generada por el constante cambio de ediles que asumen el mando solamente por un tiempo.
Mérida fue suspendido del cargo en junio del pasado año, acusado de haber falsificado su libreta militar.
Después de Mérida, Zacarías Jayta fue nombrado como máxima autoridad edil, pero fue destituido a poco mas de los 50 días de gestión acusado por graves hechos de corrupción junto con el presidente del Concejo Municipal, Víctor Osinaga.
Ambos fueron aprehendidos el 31 de enero por estar involucrados en el cobro de porcentajes para otorgar adjudicaciones. El hecho salió a la luz luego de que unos audios se difundieran en redes sociales.
En reemplazo de Jayta se posesionó el 1 de febrero, de manera interina, a Antonio Montaño.
El pasado lunes él se alejó del cargo, tras denuncias sobre presunto tráfico de cargos en el ejecutivo municipal.
De acuerdo con el reporte de medios regionales, Montaño reconoció que colaboró a algunos profesionales para que ocupen un puesto en la Alcaldía, pero negó que se haya despedido injustificadamente a funcionarios.
Los concejales de Quillacollo definieron el pasado jueves la abrogación de la resolución 18/2019, con la que nombraron a Antonio Montaño como alcalde suplente temporal.
Se espera que el cuarto edil sea elegido entre los concejales del Frente Para la Victoria (FPV): Héctor Montaño, Willi López y Angelina Zeballos.
La asambleísta departamental Lizeth Beramendi, consultada por Los Tiempos, indicó que la crisis en Quillacollo ha tocado fondo por el interés económico de los concejales.
A su criterio existe una pugna interna entre todos los concejales que “se están afilando” para ver cuál de ellos paga más para asumir la silla edil.