
Expertos alertan sobre aumento de estafas con códigos QR y proponen lista negra de estafadores
El especialista en derecho y tecnología, Mario Durán Chuquimia, sugiere implementar un registro de personas identificadas como perpetradoras de fraudes digitales, mientras autoridades reportan que la mayoría de las víctimas no denuncia estos delitos.
El uso de códigos QR para pagos electrónicos, aunque facilita transacciones, se ha convertido en un vehículo para estafas, según alertaron expertos y la unidad de Cibercrimen de la Felcc de La Paz. Boris Mendoza, jefe de la unidad, indicó que diariamente se reciben entre dos y tres denuncias, aunque se estima que muchos casos no son reportados.

Durán destacó que países como Brasil y Chile ya cuentan con marcos legales que permiten bloquear cuentas bancarias implicadas en fraudes digitales y limitar la responsabilidad del usuario afectado. Por ello, propone que la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) en Bolivia establezca un protocolo administrativo que permita el bloqueo preventivo de cuentas vinculadas a estas estafas.
El modus operandi de los delincuentes consiste en atraer a la víctima mediante ofertas atractivas de productos, generar confianza a través de carnets, constancias bancarias o llamadas por WhatsApp, y finalmente, solicitar pagos mediante QR bancarios. Tras la transferencia, los estafadores desaparecen y bloquean el contacto de la víctima, dejando el fraude consumado.
Según estudios del Ministerio de Gobierno, el 91% de las víctimas no denuncia, motivadas por la desconfianza en las autoridades y la falta de normativa específica para delitos digitales. El exfiscal y abogado Jaime Soliz remarcó que, aunque las estafas sean digitales o tradicionales, deben ser investigadas y procesadas, aunque actualmente la Fiscalía y la Policía no cuentan con protocolos actualizados para enfrentar estas nuevas modalidades de fraude.
Los expertos coinciden en que el crecimiento de pagos electrónicos y transferencias vía QR, junto con la ausencia de legislación específica, ha creado un terreno fértil para estafadores digitales, aumentando tanto la frecuencia como los montos sustraídos.