
Samuel Doria Medina afirma que Bolivia necesita un presidente “que no sea político” y promete devolver la estabilidad en 100 días
El empresario y candidato presidencial detalla su plan económico y su visión internacional a menos de dos meses de las elecciones
A 50 días de las elecciones generales del 17 de agosto, Samuel Doria Medina, candidato presidencial mejor posicionado en las encuestas, afirmó que Bolivia requiere un liderazgo alejado de la clase política tradicional y garantizó que, de llegar al poder, devolverá la estabilidad económica del país en los primeros 100 días de su mandato.

En una entrevista exclusiva con el medio internacional Infobae, Doria Medina explicó que el país enfrenta un colapso fiscal sin precedentes, derivado del gasto desmedido, la pérdida de reservas y una deuda creciente. Como respuesta, propuso levantar las subvenciones, cerrar empresas públicas ineficientes y crear un fondo de estabilización de 5.000 millones de dólares, el cual sería financiado mediante recursos internos y cooperación internacional.
“La única garantía de cambiar las cosas es que haya un presidente que no sea político, sino alguien del empresariado”, sostuvo el también exministro y fundador de la desaparecida Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce). A sus 66 años, es la cuarta vez que disputa la Presidencia.
Consultado sobre cómo enfrentará un eventual bloqueo en la Asamblea Legislativa, aseguró tener confianza en que los bolivianos “votarán por una mayoría congresal” y explicó que la recuperación de la confianza permitirá el retorno de divisas retenidas en el exterior, así como una mayor circulación de dólares ahorrados informalmente en el país. Además, afirmó estar dispuesto a coordinar con organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En materia de política exterior, el candidato planteó poner fin al aislamiento diplomático de Bolivia de las últimas dos décadas y establecer relaciones plenas con Estados Unidos, China, Rusia y otras potencias, aunque aclaró que no reconocerá a las dictaduras sudamericanas. También se comprometió a alinear al país con las democracias del mundo, rompiendo los actuales vínculos con regímenes como Irán.
Sobre el manejo del litio, Doria Medina aseguró que el país “deberá comenzar de cero”, debido a los errores cometidos en el pasado y la falta de una legislación adecuada. Respecto a la lucha contra el narcotráfico, fue tajante al asegurar que su gobierno no será cómplice y que trabajará con todas las policías del mundo, incluida la DEA.
En el plano político, defendió la inocencia de Jeanine Áñez y Luis Fernando Camacho, afirmando que ambos son presos por venganza política. También aclaró que su alianza con Creemos se limita al plano legislativo y no tendrá injerencia en su gabinete. “Voy a invitar a la mejor gente, sin importar de qué partido provenga”, enfatizó.
Finalmente, al ser consultado sobre sus motivaciones personales, el empresario expresó que no busca poder ni dinero, sino garantizar un futuro digno para sus hijos y nietos. “No podría mirarlos a los ojos si no intento resolver los problemas del país”, concluyó.