
El mayor endeudamiento se registró en la última gestión de Evo Morales, con 89 préstamos por más de $us 8.000 millones. El Gobierno de Arce paga hoy los intereses de esa carga acumulada.
El Movimiento al Socialismo (MAS) aprobó 270 créditos externos por más de $us 19.700 millones durante sus 20 años en el poder, en los tres mandatos de Evo Morales y el actual de Luis Arce. El pico más alto de endeudamiento ocurrió entre 2015 y 2019, en el último periodo presidencial de Morales, con 89 préstamos por $us 8.311 millones, según datos del Ministerio de Planificación y el Banco Central de Bolivia (BCB).

El propio BCB confirma que 2017 fue el año récord, con $us 3.132 millones en contratos de deuda externa. Aun así, el servicio de la deuda —lo que el Estado paga por intereses y amortización— se disparó recién en el actual gobierno de Arce, con cifras que superan los $us 1.500 millones anuales desde 2022. En 2023, el país tuvo un saldo negativo en el flujo de deuda externa de $us 365 millones, y en 2024 fue de $us 852 millones.
En contraste, la gestión de Arce —con fracturas internas en su partido que impiden la aprobación de nuevos préstamos— apenas logró contratar 39 créditos por $us 4.284 millones. La parálisis legislativa dejó además 15 operaciones crediticias bloqueadas desde 2023, por un total aproximado de $us 1.800 millones.
Aunque el ala evista del MAS hoy rechaza nuevos préstamos, los mayores volúmenes de endeudamiento fueron autorizados cuando Morales controlaba dos tercios del Legislativo. En su primer periodo (2006-2010) se aprobaron 52 créditos; en el segundo (2010-2015), 90; y en el tercero (2015-2019), 89.
El senador oficialista Santos Ramos admitió que el actual gobierno carga con el peso de los compromisos asumidos por anteriores gestiones del MAS: “Ahora pagamos las deudas de la bonanza. En 2021 se pagaron $us 826 millones; en 2022, $us 1.810 millones, y el año pasado, más de $us 1.500 millones”, detalló.
Desde la oposición, Tatiana Añez (Creemos) y Enrique Urquidi (CC) coincidieron en que la deuda fue generada por la misma línea política: “Arce y Morales son lo mismo. El despilfarro de ambos nos ha dejado sin inversión en sectores clave como hidrocarburos”, reprochó Añez. Urquidi, por su parte, apuntó que el MAS usó los créditos sin transparencia y sin fiscalización, gracias a su hegemonía parlamentaria.
El problema ahora, advierten expertos y parlamentarios, es que Bolivia paga más de lo que recibe y enfrenta una restricción severa de divisas, agravando su crisis económica. La deuda externa, que fue promovida por el MAS durante años de bonanza, se ha convertido en una carga impagable en tiempos de incertidumbre.