
Encubrimiento de narcotráfico en comunidades rurales del Chapare pone en riesgo operativos policiales
- Oficiales de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) revelan la complicidad de comunarios en la protección de narcotraficantes en el Chapare.
En el municipio de Villa Tunari, provincia Chapare, ubicado en el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Secure (Tipnis), se llevaron a cabo recientes operativos de destrucción de 27 fábricas de pasta base y siete laboratorios de cristalización de cocaína. Durante estas acciones, oficiales de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) han revelado la alarmante complicidad de comunidades rurales en la protección de narcotraficantes, lo que pone en riesgo la efectividad de los operativos.
Según testimonios recogidos por Página Siete, los comunarios de la zona conocen bien el terreno y tienen sus viviendas dispersas, pero mantienen una red de comunicación que les permite alertar a los narcotraficantes sobre la presencia de fuerzas policiales. Utilizando loros, sus vigías encargados de la alerta, los comunarios dan aviso a los delincuentes, permitiéndoles escapar antes de que los operativos lleguen a su destino. Incluso, se han registrado casos en los que los pobladores obstaculizan el trabajo de la Umopar y la Felcn, llegando a atacar a las patrullas policiales.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, y el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), José Illanes, se encontraban en una caravana de lanchas navegando por el río Lojojota cuando se toparon con jóvenes comunarios que se negaron a abandonar la zona, mostrando una actitud desafiante hacia las fuerzas policiales.
El ministro Del Castillo explicó que la vegetación en la zona camufla las instalaciones de los narcotraficantes, haciéndolas prácticamente invisibles. Además, se ha descubierto que los narcotraficantes cuentan con casas de seguridad a lo largo del río, desde donde los loros alertan sobre los operativos en curso.
Estos hechos revelan la complicidad de comunidades enteras en el encubrimiento del narcotráfico en la región del Chapare. En anteriores ocasiones, el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando había advertido sobre la colaboración de poblaciones en los departamentos de Oruro y Potosí en actividades ilegales, empleando jóvenes conocidos como «loros» para alertar a los contrabandistas sobre los movimientos de las fuerzas de seguridad.
Ante esta preocupante situación, se realizarán citaciones a las autoridades originarias y sindicales del sector, pertenecientes al sindicato de cocaleros Valle Alto, para investigar por qué no detectaron la presencia de las factorías de droga y cómo operaron durante tanto tiempo sin ser descubiertas. Estas instalaciones contaban con equipos de comunicación satelital, generadores de energía y grandes cantidades de precursores químicos, y se estima que emplearon al menos 250 personas en su funcionamiento.
El diputado Gualberto Arispe, representante del sector, ha calificado los operativos como «un montaje armado para los medios», en línea con las declaraciones previas del exmandatario Evo Morales, quien acusó al gobierno de Luis Arce y al ministro Del Castillo de dañar la imagen del Chapare. Sin embargo, las evidencias encontradas y los testimonios de los oficiales de la Umopar demuestran la gravedad de la situación y la necesidad de tomar medidas para erradicar la complicidad en el encubrimiento del narcotráfico en la región.