- Dirigentes del MAS aseguran que la movilización contará con resguardo especial para su líder y culminará con una vigilia frente al Tribunal Supremo Electoral.
Dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) confirmaron que este jueves 16 de mayo realizarán una masiva marcha desde la ciudad de El Alto hasta las puertas del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en La Paz, con el objetivo de exigir la inscripción de Evo Morales como candidato presidencial. La movilización, que espera reunir a más de 100.000 personas, culminará con una vigilia indefinida hasta que el organismo electoral emita un pronunciamiento.
«No vamos a desgastarnos físicamente, pero sí vamos a mantener nuestra presencia firme. Iniciaremos con una gran concentración en El Alto y descenderemos hasta el TSE», declaró Pedro Llanque, líder de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), en diálogo con Urgente.bo. Según el dirigente, la movilización contará con la participación de al menos cinco organizaciones sociales, además de transportistas, gremiales, petroleros, juntas vecinales y mineros.
Seguridad y resistencia
Uno de los puntos más críticos es la presencia de Evo Morales, quien enfrenta una orden de aprehensión vigente. «Él estará bien custodiado, en el centro de la movilización. Nuestro plan es claro: llegar al TSE para inscribir a nuestro candidato único», enfatizó Llanque.
La estrategia no se limitará a la marcha: los manifestantes instalarán una vigilia permanente frente al TSE hasta que se defina el futuro político de Morales. «Tenemos gente preparada para resistir las horas o días que sean necesarios», agregó el dirigente.
Plazos y tensiones políticas
El 18 de mayo vence el plazo para la inscripción de binomios presidenciales y listas legislativas. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre qué partido respaldará la candidatura de Morales, luego de que varias alianzas mostraran reticencia por temor a «persecuciones jurídicas».
Mientras el reloj avanza, el MAS apuesta a la presión social como última carta para forzar una decisión del TSE, en un escenario marcado por tensiones y movilizaciones. La respuesta del organismo electoral podría definir no solo el futuro de Morales, sino también el rumbo de las elecciones.