Indígenas llegan a Corpus Christi tras marchar 10 km
Amás de tres décadas después de la primera Marcha por Territorio y Dignidad en 1990, un centenar de indígenas iniciaron ayer en Trinidad, Beni, la marcha en defensa de sus derechos y contra los avasallamientos. Tras la bendición de un párroco, la columna avanzó 10 kilómetros y llegó a la comunidad de Corpus Christi, la primera escala hacia la ciudad de Santa Cruz.
“La primera jornada ha sido agotadora. Hemos avanzado 10 kilómetros y ahora estamos descansando en Corpus Christi y mañana (hoy) haremos otro recorrido”, informó anoche Abdón Justiniano, presidente de la Central de Pueblos Indígenas de Beni (Cepib). Los marchistas partieron del Cabildo Indigenal en Trinidad, donde un párroco los bendijo. En el lugar estaban además algunos de los marchistas sobrevivientes de 1990.
La columna tiene en sus filas a representantes indígenas sirionós, movimas e itonamas y aguardan que en el camino se incorporen chiquitanos y ayoreos, cuando ingresen al departamento de Santa Cruz. Justiniano confirmó que una delegación del pueblo weenhayek, de Villa Montes, Tarija, se incorporó a la marcha.
Participan en la movilización, familias enteras, que llevan incluso menores de edad. Una delegación que se anticipó a Corpus Christi preparó toda la logística para recibir anoche a los caminantes. “Esta marcha es pacífica y no es política, y lo hacemos en defensa de nuestros recursos naturales y para que no nos ignoren”, dijo Justiniano.
El además presidente de la Cepib agregó que un grupo de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIidob) se sumará en los próximos días a ellos. “Queremos que el Gobierno escuche la voz de los pueblos indígenas, no sólo a los afines al Gobierno”, insistió.
La movilización, que se realiza 10 años después de la octava que llegó a La Paz en 2011, será también para denunciar la falta de apoyo a los indígenas en proyectos sostenibles, las consecuencias de desastres naturales producto de los incendios forestales y la falta de apoyo médico durante toda la pandemia, período en el que los indígenas sólo pudieron acudir a la medicina natural para combatir la Covid-19.
Pagina Siete.