
- El precandidato presidencial asegura que el repositorio de Orinoca, actualmente abandonado, será clave para el desarrollo tecnológico del país.
En un acto realizado en la zona Garita de Lima de La Paz, el precandidato presidencial Jorge «Tuto» Quiroga anunció una propuesta audaz: transformar el museo construido en honor al expresidente Evo Morales, ubicado en Orinoca, Oruro, en el Centro de Inteligencia Artificial de Bolivia. Según Quiroga, este proyecto será uno de los pilares de su plan de gobierno, enfocado en impulsar el desarrollo tecnológico del país.

«Ese museo faraónico de Orinoca que no sirve para nada, será un hermoso centro de Inteligencia Artificial con chips para que entremos al mundo de la tecnología», declaró el expresidente durante su discurso. El repositorio, inaugurado en 2017, actualmente se encuentra en estado de abandono y requiere una inversión de más de dos millones de bolivianos solo para su refacción, pese a que su construcción costó siete millones de dólares.
El museo, que fue concebido como un homenaje a la vida y trayectoria de Morales, ha sido criticado por su falta de utilidad y mantenimiento. Funcionarios del Ministerio de Culturas confirmaron recientemente que el edificio está en pésimas condiciones y permanece cerrado al público, sin que autoridades locales o nacionales asuman la responsabilidad de su administración.
Quiroga destacó que el altiplano boliviano, donde se encuentra el museo, es ideal para albergar este tipo de proyectos tecnológicos. «¿Saben qué les gusta a los centros de datos, a los centros de Inteligencia Artificial, a los centros de manufactura de baterías de litio? El clima del altiplano. El cinturón occidental será el bastión de inserción tecnológica de Bolivia al mundo», afirmó.
La propuesta de Quiroga ha generado reacciones encontradas. Mientras algunos sectores aplauden la idea de modernizar infraestructuras subutilizadas, otros cuestionan el simbolismo de transformar un espacio dedicado a una figura histórica como Morales. Sin embargo, el precandidato insiste en que su visión es «convertir lo que hoy es un elefante blanco en un motor de progreso para Bolivia».
El museo de Orinoca, construido en 2016, fue concebido como un símbolo del legado del expresidente, pero su deterioro y falta de mantenimiento lo han convertido en un ejemplo de lo que Quiroga describe como «obras faraónicas sin propósito». Ahora, el debate está servido: ¿será este el inicio de una nueva era tecnológica para Bolivia, o simplemente una promesa más en el agitado panorama político del país?