Luis Fernando Camacho interpreta la declaración de Dávila como un ultimátum a Evo: «o lo ayuda o canta»

El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, interpretó la actitud mostrada por Maximiliano Dávila a su ingreso al penal de San Pedro (La Paz) como un ultimátum hacia el expresidente Evo Morales. El mensaje, observa Camacho, es claro: «o lo ayuda o canta».

En su ingreso al penal de San Pedro, Dávila manifestó que el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, estaría violando los procesos para presionar al ex director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn).

Prensa Libre

«Responsabilizo al ministro de Gobierno, porque lo está queriendo incriminar al expresidente Evo Morales», alertó Dávila ante los medios que aguardaban su ingreso al penal.

Para el gobernador cruceño, esa actitud se suma al gesto desafiante que tuvo Dávila durante su presentación ante la prensa, una vez que fue detenido.

Camacho pide que se sepa «quien lo defendía y protegía durante todo este tiempo», ya que considera que el exjefe de narcóticos gozaba de alguna protección.

«Altos cargos policiales eran cercanos al entorno de Evo Morales», indica Camacho ante las consultas de la prensa. Estos posibles nexos deben ser investigados por la justicia «sin mirar los colores políticos».

La máxima autoridad departamental observa que el silencio del exmandatario. «Asombra que el expresidente Evo Morales esté calladito», refirió.

Las implicaciones de altos mandos policiales con redes del narcotráfico deterioran la imagen del país hacia el exterior. Se agrava la sensación cuando el mundo entero «sabe que los narcotraficantes son los que velan por la lucha contra el narcotráfico», manifiesta.

El Directorio Nacional del MAS-IPSP emitió un comunicado para desacreditar las declaraciones de Camacho a quien acusa de mantener una relación con Dávila, por la ratificación en el cargo durante el gobierno de Jeanine Áñez.
El Deber