Alto riesgo en vías por conducción peligrosa

La conducción peligrosa puede ser sancionada con la suspensión definitiva de la licencia para manejar motorizados.

Las fiestas de fin de año, es una época donde los pobladores suelen excederse en el consumo de bebidas alcohólicas, aumentan los riesgos de conflictos personales y ante todo la conducción peligrosa de vehículos.

Prensa Libre

Este último hecho genera un alto riesgo, no solo para peatones, quienes entre uno a cinco casos son reportados al Organismo Operativo de Tránsito por atropello y fuga, sino los diferentes accidentes de tránsito que deja personas heridas o fallecidas, fuera de los daños materiales.

De enero a septiembre, a nivel nacional, en la presente gestión se registraron 91 hechos de conducción peligrosa, donde el departamento de La Paz registra 40 casos, y Cochabamba 26 entre los más frecuentes.

En la pasada gestión cerca de 889 conductores fueron suspendidos, por conducción en estado de ebriedad o identificado como conducción peligrosa, de los cuales 34 conductores enfrentaron una suspensión indefinida.

Mientras en el 2016 los datos de conductores suspendidos, fueron entre 20 a 26, de acuerdo con los datos estadísticos. Aunque en la presente gestión se denunció que algunos funcionarios policiales de parada chantajean con la aplicación de la norma por Bs 500 a 2,000 de acuerdo con denuncias reportadas en la zona sur de La Paz.

La Ley 259, de Control al Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas, es clara. La primera vez que una persona sea sorprendida en estado de ebriedad y al volante será sancionada con la suspensión de su licencia de conducir por un año. En caso de reincidencia, la inhabilitación del permiso será definitiva.

Solo en esta ciudad 407 conductores fueron suspendidos de forma temporal el 2017, quienes deben aguardar que se cumpla un año, para nuevamente acceder a una licencia de conducir, en caso que de estos mismos conductores nuevamente sean encontrados en estado de ebriedad conduciendo un motorizado, la suspensión será de forma indefinida, de acuerdo a la norma.

De los conductores que fueron suspendidos de forma indefinida, llegan a 34, por ser conductores reincidentes, quienes una vez que fueron suspendidos de forma temporal, nuevamente reincidieron, aspecto que derivó en la pérdida indefinida de la licencia de conducir.

Al parecer, no existe mucha diferencia entre la cantidad de conductores, pertenecen al servicio público o particular, porque en mucho de los casos, los de minibuses que son de servicio público suelen realizar sus actividades particulares o familiares los fines de semana, cuando están en un ámbito particular, lo cierto, es que el consumo de bebidas alcohólicas y la conducta persistente de ellos al manejar en estado de ebriedad se convierte en una de las mayores problemáticas en esta ciudad, más aún cuando de esta situación logran derivar la comisión de otros delitos, como ocurre en el caso de atropello a peatón, choques, vuelcos, embarrancamientos, donde se dejan personas heridas o generan la pérdida de vida.

“En las temporadas de fiestas, año par matrimonios, fiestas sociales, son los factores donde las familias permiten que el esposo, hermano, tío, que participa en estas celebraciones conduzca un vehículo. Ahora que estamos próximos a fin de año, esperemos que reflexionen y eviten conducir en estado de ebriedad antes que sus fiestas terminen en los velatorios”, observó el director de Tránsito coronel Pablo García.

Una de las normas del Organismo de Tránsito, es no arrestar a conductores en estado de ebriedad, salvo que los mismos hayan protagonizado un hecho de tránsito.

Generalmente el conductor que es encontrado en flagrancia, conduciendo en estado de ebriedad, debe abandonar la conducción del vehículo, para que Tránsito realice la retención del motorizado, mientras que el conductor, luego de un examen de alcoholemia y descansar en su casa, enfrente su responsabilidad al día siguiente.

Para los policías de parada o patrulleros de tránsito, realizar la retención de un conductor en estado de ebriedad, sobre todo si está en compañía de su familia, amigos, al interior de su barrio, comunidad, suele “dar pelea”, antes de aceptar que comete una infracción que puede derivar en heridos o muertos, incluido la vida misma del conductor y sus acompañantes.

“Siempre dicen, solo he bebido una copita, estoy bien, estoy consciente y en la mayoría de los casos no pueden pronunciar ni su nombre ni soplar el globo de prueba para detectar el grado de alcoholemia. Difícil que admitan que cometen una falta y si está acompañado o en su comunidad, es grave, ahí se debe pedir refuerzos”, detalló uno de los funcionarios policiales de parada.

En tanto que es la instancia policial, quien evalúa la facilidad o los obstáculos que interponen cuando deben conducir a la unidad de Tránsito a los conductores que manejan en estado de ebriedad. Muchos de estos casos logran ser atendidos, sobre todo los fines de semana desde el viernes y sobre todo en temporada de fiesta como fin de año.

El Diario