
Sequía amenaza la supervivencia de la nación Uru: El lago Poopó, su fuente ancestral, se desvanece
- Florencio Aguilar, líder mallku q’ota, hace un llamado desesperado a las autoridades para evitar la extinción de su cultura.
En una urgente y apremiante llamada a la acción, Florencio Aguilar, mallku q’ota de la nación Uru, ha denunciado que la sequía implacable que asola el lago Poopó está devastando su modo de vida y cultura ancestrales, empujando a su comunidad al borde de la extinción.
En una entrevista exclusiva para el programa «La Mañana en Directo» de ERBOL, Aguilar expresó su angustia por la desaparición de lo que alguna vez fue su tierra, su territorio, y su fuente de subsistencia y fortaleza cultural. Según él, la sequía del Lago Poopó representa un camino directo hacia la extinción de su nación originaria.
El lago Poopó ha sido el epicentro de la vida de los Urus durante generaciones, proporcionando alimento y sustento a través de la caza y la pesca. Sin embargo, sus aguas se han evaporado de manera constante, dejando a la comunidad en una lucha desesperada por su supervivencia.
Aguilar pintó un sombrío cuadro al describir cómo los botes de pesca ahora yacen abandonados en lo que solía ser el lecho del lago, que se ha transformado en un yermo desértico. Lugares que alguna vez estuvieron sumergidos bajo las aguas ahora pueden cruzarse a pie o incluso en motocicleta.
Esta tragedia no solo amenaza la subsistencia de la nación Uru, sino que también socava sus esfuerzos por mantener y fortalecer su rica cultura. El lago Poopó solía ser su hogar, su lugar de trabajo, y el epicentro de sus reuniones y costumbres.
Aguilar recordó que en 2018, se realizó un censo que reveló que la comunidad Uru alrededor del Lago Poopó superaba los 1.500 habitantes. Sin embargo, desde entonces, muchas personas se han visto obligadas a emigrar, no solo a otras regiones dentro del país, sino incluso al extranjero debido a la implacable sequía.
En este contexto desesperado, los Urus están luchando por sobrevivir a través de su artesanía, pero se enfrentan a la falta de un mercado para sus productos. La sequía ha alterado por completo su modo de vida y su subsistencia.
Aguilar hizo un llamado a las autoridades para encontrar soluciones, como la posibilidad de incursionar en la agricultura con su apoyo. Sin embargo, para que esta alternativa sea viable, necesitan acceso a tierras. Su mensaje es claro: «Estamos buscando una oportunidad. No tenemos el lago. Debemos adaptarnos y seguir fortaleciendo nuestra cultura para sobrevivir».
La crisis que enfrenta la nación Uru no solo es un llamado de auxilio para su comunidad, sino también una advertencia sobre los desafíos que enfrentan las comunidades indígenas en un mundo que cambia rápidamente. La pérdida del lago Poopó es una tragedia que resuena más allá de las fronteras de Bolivia y destaca la importancia de proteger y preservar la diversidad cultural y ambiental de nuestro planeta.