¿Propiedad privada?
La experiencia de la familia Vergara Chirino en Eterazama, que fue desalojada de su casa, lanzadas al río sus pertenencias y despojada de su propiedad agrícola porque no le cae bien al cártel del Chapare, es una advertencia a todos los bolivianos.
Con la ley contra la legitimación de fortunas, la dictadura tendrá en manos de sus fiscales y sus jueces, de sus funcionarios de la UIF y de sus empleados de Derechos Reales, el arma para arrebatar a todos los bolivianos de sus patrimonios.
Juan Vergara dijo que el sindicato de cocaleros de Eterazama decidió arrebatarle su casa y confiscar su terreno, legalmente habido, ante lo cual él acudió a la justicia, que le dio razón pero no le ofreció la protección necesaria.
En efecto, cuando la familia de Juan Vergara, su esposa, sus hijos y nietos, se habían instalado nuevamente en su casa, comenzó el tormento: los amenazaban de día y de noche, hasta que llegaron unos enmascarados que procedieron a llevar todas las pertenencias de la familia y lanzarlas al río.
¿Quién protege a la familia Vergara Chirinos? Nadie. El capo de los cocaleros, de apellido Morales, ha felicitado a su comando y lo ha mostrado como un ejemplo para todos los chapareños: deben expulsar a todos los “traidores”.
Con la mencionada ley, se podría sospechar que la dictadura se propone llevar esta actitud prepotente a todo el país y castigar de esa misma manera a quienes osaren no compartir la ideología o lo que se llame que guía a los cocaleros.
Es decir que en ese momento estaría en peligro el patrimonio de todos los bolivianos, pues los fiscales y jueces masistas harían de verdugos y despojarían de sus bienes a los ciudadanos incómodos para la dictadura.
El procedimiento sería sencillo. Pedirían a la víctima elegida exhibir la prueba del origen de los recursos con que adquirió algún bien, sin importar la antigüedad de la propiedad, y ante la primera duda, se la arrebatarían.
Lo que se presenta como un prodigio del cinismo, pues esta dictadura estaría usando el pretexto de combatir al narcotráfico, que es su pecado, para castigar a sus críticos y enemigos.
Se diría que algún bien fue habido con recursos de oscuro origen, de contrabando, corrupción o lo que sea, y se aplicaría el castigo similar al que recibió la familia Vergara Chirino en Eterazama.
Esta ha sido una advertencia. Una amenaza. Saben ya los bolivianos a qué atenerse si contradicen a la dictadura, si ponen en duda la majestad del dictador.
El Diario