
Magisterio urbano persiste en protestas contra examen de ascenso por presunto fraude
- Los docentes acusan al Ministerio de Educación de diseñar un examen para aplazar y ahorrar dinero en el Estado.
En medio de un clima de tensión, el magisterio urbano continúa con sus manifestaciones y protestas contra el examen de ascenso de categoría que tuvo lugar el pasado 15 de julio. Los docentes sostienen que este proceso fue diseñado para aplazarlos y, de esta manera, permitir que el Estado ahorre recursos económicos. Las acusaciones apuntan al Ministerio de Educación, al cual califican de llevar a cabo un examen totalmente fraudulento y tramposo.
Ludbin Salazar, destacado dirigente del magisterio, expresó su preocupación por lo que considera un examen sesgado y poco transparente. «Es un examen totalmente fraudulento por parte del Ministerio de Educación, porque hay preguntas ambiguas, preguntas mal planteadas», manifestó Salazar. Afirmó que la verdadera intención del examen ha perdido el enfoque en medir la calidad educativa y la cualificación del docente, transformándose en una estrategia para reprobación masiva y reducción del presupuesto estatal destinado a la educación.
El dirigente también señaló el caso de la localidad de San Ignacio de Moxos, donde únicamente seis de los 108 maestros postulantes lograron aprobar el examen. Este dato, según Salazar, evidencia la presunta intencionalidad de las autoridades al aplicar un proceso de selección tan excluyente.
Ante este panorama, el magisterio exige una auditoría exhaustiva por medio de un requerimiento fiscal, con la esperanza de que queden al descubierto las presuntas irregularidades y motivaciones políticas detrás de este cuestionado examen.
Además, Salazar mostró su descontento con las declaraciones del ministro de Educación, Édgar Pary, quien mencionó haber detectado a maestros realizando «chancullo» durante el examen, aunque la prueba se llevó a cabo con aparente normalidad. El dirigente consideró estas acusaciones como un intento de desviar la atención de los verdaderos problemas y deslegitimar el justo reclamo del magisterio.
En respuesta a la situación, Salazar anunció que presentará una Acción de Cumplimiento para que el Ministerio de Educación respete el ascenso automático que debería realizarse cada cinco años, según lo establecido en un Decreto. Argumentó que el ascenso es un «bono de antigüedad» que los maestros merecen para mejorar su calidad de vida y reconocer su trayectoria y esfuerzo en el ámbito educativo.
La incertidumbre y la tensión prevalecen en el magisterio urbano mientras esperan una respuesta por parte de las autoridades educativas y el inicio de la auditoría solicitada, en busca de esclarecer el polémico proceso de ascenso y garantizar la transparencia y justicia en la evaluación docente.