
Édgar Salazar propone dar un paso al costado junto a Amparo Carvajal para resolver conflicto en la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia
Salazar busca un congreso de unidad y evitar intromisión política en la institución
En medio del conflicto por la representatividad en la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDB), Édgar Salazar, reconocido activista, anunció su disposición a ceder su cargo junto a Amparo Carvajal, con el fin de abrir paso a un congreso de unidad y permitir que nuevos líderes asuman el mando de la institución.
La declaración de Salazar tuvo lugar durante su participación en el programa «La Mañana en Directo» de la emisora ERBOL, donde expresó su plena voluntad para encontrar una solución pacífica al conflicto que ha tensionado el funcionamiento de la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia.
«Si es necesario que tanto la señora Carvajal como yo demos un paso al costado, lo haremos sin ningún inconveniente. Creo firmemente que es vital que nuevos actores asuman responsabilidades en la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia», afirmó Salazar durante la entrevista.
Además, el activista destacó la importancia de evitar la intromisión política y partidaria en la institución, asegurando que él y Carvajal son los únicos capaces de garantizar la independencia y la imparcialidad de la Asamblea.
Las tensiones entre ambas facciones han generado disputas sobre la representatividad legal de la Asamblea de Derechos Humanos. Sin embargo, tras el último episodio del conflicto, ambas partes acordaron mantener la sede sin ocupantes hasta alcanzar una resolución consensuada.
Salazar recordó que en 2016 fue elegido como vicepresidente de la APDB, mientras que Carvajal asumió la presidencia. No obstante, desde entonces, la activista ha llevado adelante su gestión de manera independiente al directorio, lo que ha generado tensiones y desacuerdos en la organización.
El activista señaló que, en 2018, propuso realizar un congreso para renovar la directiva de la Asamblea, pero Carvajal rechazó la idea y se autoproclamó presidenta vitalicia de la entidad. Posteriormente, se llevó a cabo un congreso donde Salazar fue elegido como presidente de la APDB.
En busca de una solución definitiva, Salazar espera que el conflicto se resuelva a través de un diálogo mediado por la Defensoría del Pueblo y el Tribunal Electoral, enmarcado en los principios y estatutos de la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia.
La propuesta de Salazar de ceder su cargo y promover un congreso de unidad parece abrir una vía para la resolución del conflicto y permitir que la institución siga adelante con su valiosa labor en defensa de los derechos humanos en Bolivia. La ciudadanía espera que los esfuerzos por alcanzar un acuerdo sean fructíferos, para que la APDB recupere la estabilidad y continúe siendo un bastión en la protección de los derechos fundamentales en el país.