
Adolf Hitler, el político que arrasa en todos los comicios electorales desde hace más de 20 años
Casos en Namibia e India demuestran cómo un nombre con una fuerte carga histórica sigue en uso
Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, el 2 de septiembre de 1945, muchos alemanes y austriacos apellidados Hitler se apresuraron a cambiar o modificar su apellido para evitar represalias. Algunos lo mantuvieron, pese al riesgo de que los relacionaran con el dictador germano y, de hecho, hoy en día en Alemania y Austria sigue habiendo personas normales y corrientes que se apellidan Hitler, un apellido común antes de la contienda mundial.

Adolf Hitler propició una guerra que duró seis años y se saldó con más de 50 millones de muertos y acabó quitándose la vida en su búnker cuando la derrota alemana era más que una evidencia.
Cuesta creer que alguien quisiera ponerle a su hijo el nombre de un dictador de tal calado, pero está claro que hay gente para todo. De hecho, en 1966 llegó al mundo un niño en Namibia, un territorio que había estado bajo control e influencia alemana, y sus padres decidieron darle un nombre teutón como homenaje a tal presencia.
Sin duda optaron por uno muy popular y no se conformaron con ponerle a su hijo solo el nombre, también tiraron del apellido, y así la criatura acabó siendo bautizada como Adolf Hitler –nombre- Uunona –apellido familiar-.
El caso es que a este Adolf Hitler de Namibia también le dio por la política, aunque afortunadamente utilizando métodos muy difefentes a los de la Alemania nazi. Adolf Hitler Uunona es, además de activista contra el Apartheid, miembro del Partido Swapo (Organización del Pueblo de África del Sudoeste).
Se dedica a la política local y su nombre no ha sido obstáculo para que haya sido elegido gobernador del distrito de Ompundja (norte de Namibia) ininterrumpidamente en las elecciones de 2004, 2010, 2015 y 2020, en las que arrasó con el 85% de los votos.
Adolf Hitler Uunona asegura que no fue consciente hasta la adolescencia del nombre que le habían puesto sus padres, que simplemente quisieron hacerle un homenaje a Alemania. De hecho, el periódico alemán Bild le dedicó una entrevista en la que este Adolf Hitler africano señaló que su nombre «era completamente normal» para él «cuando era un niño» y no fue hasta que creció que se dio cuenta de las implicaciones.
«No estoy tratando de dominar el mundo»
«No tengo nada que ver con ninguna de estas cosas. Mi padre me puso el nombre de este hombre. Probablemente no entendía lo que representaba Adolf Hitler», asegura el político namibio, que incluso se permite bromerar con su nombre: «No estoy tratando de dominar al mundo».
El mundo no, pero en su jurisdicción este Adolf Hitler es un hombre muy querido y valorado que hulle del apelativo de «el Adolf Hitler de África» que utilizó otro diario para referirse a él.
Lo curioso es que este político se ha presentado siempre a los comicios en Namibia con el nombre de «Adolh H» en las papeletas electorales, por si acaso. Una vez que fue elegido en las urnas se desveló su nombre completo, aunque la mayoría tenía claro a quien estaba votando.
Posiblemente este homenaje a Adolf Hitler a quien menos hubiese gustado es al propio dictador alemán Adolf Hitler, dada su insistencia en la preponderancia de la raza aria y el rechazo frontal a todas las demás.
Otro político Adolf Hitler en la India
Que te pongan como nombre Adolf Hitler no es normal ni habitual, afortunadamente, pero Adolf HItler Uunona no es el único que atesora el nombre del dictador alemán. Además, se ve que si te llaman Adolf Hitler de cuna estás predispuesto a dedicarte a la política.
Y es que otro político, esta vez de la India, ostenta también el nombre de führer, aunque algo más camuflado. Se trata de Adolf Lu Hitler R. Marak, nacido en 1958 y miembro miembro del Nationalist Congress Party (NCP), por el cual ocupó un escaño en el congreso estatal hasta febrero de 2003.
Este otro Hitler fue también ministro de Medio Ambiente durante el gobierno de E. K. Mawlong, y ministro de Cooperación durante el de F. A. Khonglam. Pero no le ha ido tan bien como a su tocayo namibio, ya que vio envuelto en acusaciones de mantener relaciones con el grupo disidente Achik National Volunteers’ Council. Por ello fue detenido en 2003 y puesto en libertad bajo fianza un mes después. Al año siguiente perdió las elecciones al ayuntamiento del distrito de Garo Hills para el departamento de Dengnakpara pero ganó las de 2008.
Marak no le da mucha importancia a llevar Adolf HItler incluido en su nombre : «Tal vez les gustó a mis padres el nombre, y por eso me llamaron Hitler. Estoy contento con mi nombre, aunque no tengo ninguna tendencia dictatorial».
Además, en la India parece que todo es posible con los nombres, especialmente en la región de Meghalaya. De hecho, de allí han surgido otros políticos de nombres peculiares, como Lenin R. Marak, Stalin L. Nangmin, Frankenstein W. Momin, Billykid Sangma, Field Marshal Mawphniang, Romeo Rani, Jhim Carter Sangma o Tony Curtis Lyngdoh, asegura al diario Hindustan Times este Hitler indio.
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