Carolina Ribera increpa a Álvaro García Linera por situación de su madre, Jeanine Añez
- Intenso intercambio de palabras en un vuelo sin destino conocido
En un tenso y sorprendente enfrentamiento aéreo, Carolina Ribera, la hija de la expresidenta Jeanine Añez, no dudó en increpar al exvicepresidente Álvaro García Linera por los procesos judiciales que enfrenta su madre. El incidente, capturado en un video que se volvió viral en redes sociales, reveló una emocional conversación a bordo de un vuelo cuyo destino permanece desconocido.
El video en cuestión muestra a Carolina Ribera con el teléfono en mano, enfocando su cámara hacia el rostro de Álvaro García Linera, a quien acusa abiertamente de ser responsable de la detención de su madre. Con palabras llenas de pasión y determinación, Carolina lo tilda de «cobarde» por haber abandonado el país en medio de los tumultuosos acontecimientos del 2019.
«Mi madre es una presa política debido a usted. La verdad siempre sale a la luz. Usted es un cobarde que huyó del país, un violador de los derechos humanos, un violador de la democracia. En Bolivia, 250 políticos se encuentran encarcelados debido a sus acciones. Usted huyó como un cobarde, abandonando a su gente y provocando un vacío de poder que resultó en tragedia», expresó Carolina Ribera, visiblemente consternada.
En contrapartida, Álvaro García Linera respondió a las acusaciones con una sonrisa, y de forma reiterada calificó a Jeanine Añez como «una asesina». A pesar de la tensión en el avión, la conversación se desarrolló en un ambiente de aparente calma, aunque la ubicación y fecha exacta del vuelo continúan siendo un misterio.
Este incidente se produce en medio de la reciente noticia de que la Fiscalía General del Estado ha solicitado una sentencia de 30 años de prisión para Jeanine Añez en los casos relacionados con las tragedias de Senkata y Sacaba, eventos que ocurrieron en noviembre de 2019. El futuro de Añez está ahora en manos de la justicia, mientras que la confrontación en el avión ha dejado a muchos con la sensación de que las heridas políticas de Bolivia siguen estando muy abiertas.