Gasificación y enfrentamientos recrudecen conflicto de Adepcoca

Nuevamente la tensión se registró en inmediaciones de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) en Villa Fátima. Una marcha de protestantes que llegó a la sede cocalera terminó en una fuerte gasificación por parte de la Policía y enfrentamientos con los cocaleros. Las granadas de gas ingresaron incluso a casas particulares.

“Esos policías no tienen piedad de la gente yungueña, pero vamos a seguir adelante con más fuerza, vamos a recuperar nuestro mercado”, dijo uno de los cocaleros afectados. Mientras una mujer señaló: “Cómo nos reprimen a las mujeres con gas”. Al mismo, tiempo, uno de los vecinos gritó: “No a las casas, hay familias”.

Prensa Libre

En otras imágenes se observa como un policía es ayudado a caminar por otros dos efectivos y asegura que le llegó una dinamita a los pies. En el lugar se pudo observar también que algunos cocaleros movían los contenedores de basura para protegerse.

Luego de más de una hora de enfrentamientos FM Bolivia mostró en una transmisión a un joven sangrando en una pierna. Quienes lo acompañaron dijeron que fue herido por la Policía.

Horas atrás, un grupo de protestantes anunció una marcha pacífica hacia la sede en Villa Fátima. Entonces dieron un plazo de media hora al vicepresidente, David Choquehuanca -—que actualmente ejerce como presidente por el viaje de Luis Arce a Estados Unidos— para que llegue a la zona a instaurar una mesa de diálogo.

“Le damos media hora a Choquehuanca para que baje a negociar con las bases. Si no viene, vamos a asumir medidas y vamos a recuperar nuestra casa, nuestra casa de Adepcoca”, dijo Carlos Choque, ejecutivo de el Consejo de las Federaciones Campesinas de los Yungas de La Paz (Cofecay), en declaraciones recogidas por FmBolivia.

Desde las cero horas del lunes, un grupo de cocaleros intervino violentamente el mercado de Adepcoca, en Villa Fátima, requisó el lugar y habrían tomado como rehenes a los cocaleros que se encontraban allí y que apoyan a Lluta.

Según los seguidores de Lluta, el grupo de la dirigente Elena Flores tuvo secuestradas a varias personas dentro de los galpones, en complicidad de los efectivos policiales, que ejecutaron el operativo al mando del subcomandante de la Policía de La Paz, Fernando Romero, que les impedía el paso para recuperar sus oficinas.

Los policías detuvieron a 11 personas del grupo que sigue a Lluta, reprimieron al resto de los cocaleros para dispersarlos de la zona y pusieron vigilancia en el mercado para impedir que ingresen al mercado. Horas más tarde, los uniformados fueron a recibir al dirigente Arnold Alanes, reconocido por el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), para permitirle el ingreso a la institución cocalera.
Fuente: Página Siete