
- El expresidente y exlíder del MAS lanzó duras críticas contra su antiguo partido, al que acusó de haber perdido su esencia y convertirse en un símbolo de corrupción. Mientras tanto, su futuro político se debate entre alianzas y obstáculos legales.
En un tono desafiante y crítico, el expresidente Evo Morales menospreció este domingo al Movimiento Al Socialismo (MAS), partido que lideró por más de dos décadas y que lo llevó a la presidencia de Bolivia en 2006. “El MAS, antes, era la marca del pueblo con Evo, era una marca de dignidad con identidad, una marca de soberanía, no solo soberanía por política social y cultura, sino económica; ahora, con Lucho (Arce) y compañía, ya no va a ser una marca, va a ser una cáscara, máscara, en eso lo han convertido al MAS”, declaró durante su programa dominical.

Las palabras de Morales no dejaron lugar a dudas sobre su distanciamiento del partido que fundó y que hoy está bajo el liderazgo de Grover García, aliado del presidente Luis Arce. “Qué identidad tiene, primero, qué dignidad. Ese MAS de antes ya no representa ni identidad ni dignidad. Ese MAS que nos roba, que nos expropian y representa a un grupo que no tiene principios ni ética; ese MAS representa la corrupción individual, familiar e institucional”, agregó el exmandatario, quien no escatimó en calificativos para descalificar a su otrora organización política.
Estas declaraciones se producen casi una semana después de que Morales anunciara su salida del MAS para aliarse con el Frente Para la Victoria (FVP), partido del que se prevé será candidato en las elecciones generales del 17 de agosto. Sin embargo, su camino hacia la candidatura no está exento de obstáculos. El Auto Constitucional 0083/2024 ECA, emitido por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), prohíbe la elección continua o discontinua de autoridades electas por dos periodos consecutivos, lo que podría truncar sus aspiraciones presidenciales.
Además, Morales enfrenta otro revés legal: una sentencia del TCP lo despojó de la dirección nacional del MAS, y una resolución del Tribunal Supremo Electoral (TSE) ratificó esta decisión, otorgando el liderazgo del partido a Grover García. Esto ha generado un clima de tensión y disputa interna, con Morales y su entorno denunciando un supuesto “robo” de la sigla.
Por otro lado, el FPV, la nueva plataforma política de Morales, también enfrenta desafíos. Un informe del Sistema de Fortalecimiento Democrático (Sifde) señala que el partido incumplió requisitos establecidos por la Ley de Organizaciones Políticas durante su convención nacional extraordinaria del 8 de diciembre de 2024. De no subsanar estas observaciones, el FPV podría quedar inhabilitado para las elecciones generales.
Mientras tanto, Morales y sus seguidores han iniciado una campaña de renuncia masiva al MAS, circulando un formulario en redes sociales para formalizar su salida del partido. “Ese MAS de antes ya no existe”, sentenció el exmandatario, quien parece decidido a reescribir su futuro político fuera de la organización que lo catapultó al poder.