- La Ilustre Confederación del Transporte Pesado Nacional e Internacional de Bolivia (ICTPNIB) advierte sobre la falta de acción del Gobierno ante los bloqueos que paralizan el país y afecta gravemente a su sector.
El transporte pesado boliviano se encuentra en pie de lucha tras una reunión celebrada el 19 de octubre con representantes de diferentes regiones, incluidos los valles cruceños. La ICTPNIB manifestó su indignación por la inacción del gobierno frente a los bloqueos que persisten en las carreteras del país, obstaculizando el libre tránsito y causando pérdidas económicas millonarias.
El gremio denuncia una presunta complicidad del presidente en relación con las acciones ilegales que afectan al transporte pesado. Según el pronunciamiento, los transportistas se sienten perseguidos cuando ejercen su derecho a la protesta, como ocurrió con Juan Yujra, un conductor que fue detenido en Santa Cruz mientras intentaba defender los derechos del sector.
La situación, que ya supera los siete días de bloqueos, ha llevado al transporte pesado a emitir una serie de resoluciones clave para intentar mitigar los daños sufridos. Entre sus principales demandas se incluyen:
- La urgente solicitud de atención médica en los puntos de bloqueo para los transportistas que permanecen varados, así como el envío de alimentos.
- La decisión de no pagar peajes durante un mes, en protesta por las pérdidas económicas que ya enfrentan.
- Un rechazo absoluto al nuevo precio del diésel, que ha sido fijado en 6.88 bolivianos por litro, una cifra insostenible para el sector.
- La exigencia de un perdonazo tributario que alivie el impacto económico provocado por los bloqueos.
- Un llamado al Gobierno para que conceda un alivio en las deudas bancarias, dadas las dificultades financieras generadas por esta crisis.
- Finalmente, una convocatoria a una cumbre nacional en La Paz que se celebrará en la primera semana después del levantamiento de los bloqueos, donde se discutirán soluciones de largo plazo para evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir.
El transporte pesado de Bolivia ha dejado en claro que no puede soportar más la falta de respuesta gubernamental y que, si no se toman medidas inmediatas, las consecuencias podrían ser devastadoras para la economía nacional.