Leyes se declara Demócrata y perseguido político del MAS

“Aún soy vicepresidente de los Demócratas y tengo el apoyo de Rubén Costas y de Ernesto Suárez; pero soy un perseguido político del MAS, que ha armado un complot porque me veía como candidato”, asegura José María Leyes. El Alcalde electo de Cochabamba está detenido desde hace un año y desde la cárcel apoya al binomio de Bolivia dice no.

Visitar al hombre más popular de la cárcel San Antonio de Cochabamba no fue tarea sencilla. No sólo por los morosos y rigurosos controles de seguridad, sino también porque en su celda, el Alcalde destituido a cada rato recibe a algún familiar, a su abogada, a un interno que busca su asesoramiento jurídico o a alguno de los jóvenes voluntarios que manejan sus cuentas de redes sociales.

Prensa Libre

Su vida dio un giro de 180 grados hace exactamente un año, luego de que fue denunciado por sobreprecio en la adquisición de un lote de mochilas para los escolares de la gestión 2018. Por ese caso, el 21 de abril de 2017, un juez determinó su detención domiciliaria, siete meses después recuperó su libertad (28 de noviembre); pero en menos de 48 horas, tras una audiencia cautelar, fue enviado a San Antonio por un caso similar denominado Mochilas II.

“Soy un perseguido político”

A escasos metros de la puerta principal de San Antonio una estrecha y empinada escalera conduce hasta la Oficina Jurídica. Es una habitación pequeña con piso desnivelado y tapizado con una alfombra ya desgastada.

En esa oficina Leyes habló de varios temas porque no existe prohibición alguna que se le impida. Se declaró un Demócrata activo, un perseguido y preso político. Dijo, además, sentirse traicionado por gente de su confianza y, también se refirió a su vida familiar y dentro del penal.

Para el Alcalde destituido, el Movimiento Al Socialismo le inició una persecución política luego de que viajó a La Haya, en marzo de 2018, en compañía del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, para defender el “No” del referendo del 21 de febrero del 2016. “Fue el detonante que provocó la agresión a José María y no a Rubén Costas. El MAS siempre trató de derrocarme. Evo dio la orden de que se destruya a Leyes”, dice.

En su opinión, el oficialismo armó un complot para retirarlo de la silla edil porque él era un candidato potencial para las elecciones nacionales 2019. “El juego del MAS era sacarme (de la Alcaldía). Me había convertido en el peligro más grande del MAS. Tenía el 60% de apoyo popular y era el segundo Alcalde más apoyado después de Percy Fernández”, sostiene.

Asegura que el oficialismo “inventó” el caso de Mochilas I para encarcelarlo y no con la intención de investigar el sobreprecio, que hasta el momento no ha sido esclarecido. Respecto a la denuncia de corrupción que sobre él pesa, Leyes dice que “no se pagó a la empresa importadora, por lo que no hubo afectación al Estado y no debería existir delito”.

Sobre el caso de Mochilas II, el imputado detecta irregularidades en la imputación “como la información confidencial y falsa brindada por la Aduana sobre la importación”. “No hubo ningún favorecimiento porque sólo existía una empresa proponente”, dice.

Con esos argumentos, Leyes se declara un preso político por el Gobierno. Menciona las denuncias de corrupción en los municipios de Sacaba, Vinto y Sipe Sipe por los que “ningún alcalde está preso porque son del MAS”.

“Duele más la traición”

El 3 de abril de 2018, la concejal Rocío Molina (MAS) denunció la compra irregular de las mochilas y útiles escolares. Leyes dice que inmediatamente tomó acciones: Se presentó a la Fiscalía, ordenó una auditoría interna a todo el proceso de licitación, e instruyó que no se pague a la importadora hasta que no se aclaren las supuestas irregularidades.

“Cuando conocí la denuncia tuve mis dudas sobre el precio. Algo estaba pasando. Es humanamente imposible conocer todo el proceso de contratación, tener todo el control. Son más de mil proyectos que ingresan”, explica hoy.

José María admite que, cuando salió a la luz pública el caso, se sintió traicionado por su propio entorno. No da nombres: “complotaron con el MAS antes de abril de 2018; y después de la denuncia se sometieron al MAS”.

“Lo que me toca vivir es muy duro. Tuve que ver sufrir a mi familia y ver cómo quienes creí que eran mis amigos me traicionaron; fueron a mi casa y comieron de mi mesa y me traicionaron”, lamenta.

“Ortiz es la renovación”

“Aún soy vicepresidente de los Demócratas y tengo el apoyo de Rubén Costas y de Ernesto Suárez”, dijo a tiempo de mencionar que recibe la visita de senadores y diputados quienes le brindan su apoyo y se convierten en sus canales de comunicación con la vida pública, jurídica y familiar.

Leyes declara su apoyo al binomio de la alianza Bolivia dice No, conformado por los senadores Óscar Ortiz y Edwin Rodríguez. Da por hecho, sin embargo, que, si no estuviera preso él sería parte de ese binomio, como estaba previsto.

“Ortiz es un hombre joven con una carrera impecable en la política. Como senador se atrevió a denunciar y como presidente lo hará bien. Rodríguez es un “verdadero líder indígena. Ellos son la alternativa para renovar Bolivia”, opina.

Define a Carlos Mesa, candidato por Comunidad Ciudadana, como un hombre inteligente, pero opina que ya tuvo su oportunidad cuando fue vicepresidente (2002-2003) y presidente de Bolivia (2003-2005). “Su pecado fue renunciara la Presidencia en 2005. No tuvo las agallas ni la valentía. Todas las gestiones son duras, pero él no tuvo coraje, no creyó en sí mismo. Eso le faltó”, enfatiza.

En un año en la prisión, José María Leyes ha presentado varios problemas de salud y ha perdido 14 kilos; también ha visto cómo todo su patrimonio se ha ido en los gastos procesales y ahora debe hasta las pensiones escolares de sus hijos.

Antes de hablar de su familia hace una pausa. “Es muy difícil no poder ayudar a mi esposa y a mis hijos, estar lejos injustamente”, asegura. “Voy a seguir luchando, aunque intenten acallarme, para probar que yo no soy responsable de nada y que soy víctima de un complot para sacarme de la Alcaldía de Cochambamba”, reafirma.
La detención de Leyes, hace un año, en Cochabamba.
Foto: Archivo EFE

“No le deseo la cárcel ni a mi peor enemigo”

“No le deseo ni a mi peor enemigo estar en la cárcel”, asegura José María Leyes. En un año en prisión ha agotado sus ahorros y debe pensiones escolares. En su encierro ejerce su profesión de abogado, escribe sus memorias, aprende costura y proyecta una fundación para ayudar a reclusos.

Desde que ingresó a prisión, el Alcalde destituido de Cochabamba no tiene ingresos económicos. “Me preocupa mucho mi familia”, dice. Su esposa Ingrid se ha convertido en el sustento económico de su hogar. Aún así las deudas crecen.

Días de encierro

Un privado de libertad jamás olvida su primer día tras las rejas. Y Leyes no es la excepción. La audiencia cautelar del 30 de noviembre de 2018 que determinó su detención preventiva en San Antonio se extendió más de 12 horas. Ya dentro del penal, los policías no lo llevaron con la población, sino que lo condujeron directo al calabozo donde se encontraban otros presos.

“Me metieron al calabozo toda esa noche. Había muchas personas, no hablé con nadie. Estaba tan cansado que me dormí”, relata ahora José María.

Al día siguiente fue trasladado a una celda para que conviva con la población. Y desde entonces han pasado meses en los que el alcalde electo de Cochabamba poco a poco se tuvo que integrar a las actividades del penal.

Como parte de sus pasatiempos es hacer ejercicios, juega ajedrez y participa de campeonatos internos de fulbito y básquet. También cuenta que está aprendiendo costura; que ya leyó 10 libros y acaba de terminar la obra del expresidente colombiano Álvaro Uribe No hay causa perdida, que “me motiva a seguir “adelante”.

También escribe sus memorias -refiere- aunque no lo hace con frecuencia porque le “deprime recordar los momentos duros que vive desde hace un año”.

Un logro para José María dentro del penal fue hacerse cargo de la oficina jurídica lo que le permite asesorar a los reclusos en sus procesos. Volvió a ejercer su profesión después de cuatro años. Hace un mes ayuda a los preventivos a obtener su libertad. A la fecha logró, con la ayuda de otro abogado, que 14 personas salieran de la cárcel.

Fundación para presos

Después de esta experiencia, Leyes asegura que, al salir del penal, impulsará la creación de una fundación con tres objetivos: modificar la legislación, hacer seguimiento a los jueces y las resoluciones judiciales que emiten y, por último, apoyar a la gente que no tiene recursos económicos para tramitar su libertad.

Desde el 17 de febrero, un equipo de voluntarios de su partido administra la comunicación de José María Leyes en redes sociales. Hacen turnos para asistir a las audiencias, recaban datos, fotos y todo material relativo a sus procesos. Solo en su cuenta de Facebook tiene 103 mil seguidores.

La visita a José María Leyes a San Antonio concluye con un breve recorrido a los principales espacios del penal. Fueron más que suficientes dos minutos para conocer El Prado que se asemeja a una sala con mesas y sillas rodeado de pequeños negocios o kioskos; el patio principal donde practican deporte y los estrechos pasillos.

Cada espacio revela la precariedad y hacinamiento del penal cochabambino. A cada paso por este penal que es su casa hace un año Leyes recibe saludos y estrecha manos de decenas de reclusos que lo llaman “alcalde”. Es, sin lugar a dudas, el preso más popular de San Antonio.

HOJA DE VIDA

Carrera José María Leyes es abogado. Tiene especialidad en las áreas tributaria y constitucional.
Político En 2015 ganó con 56% de los votos la Alcaldía de Cochabamba por Demócratas.
Proceso Hace un año está detenido por los casos Mochilas I y II.