
Violencia en el congreso de la CSUTCB: División entre seguidores de Evo Morales y Gobierno genera caos en El Alto
- Enfrentamientos y sabotajes marcan el desarrollo del Congreso, culminando en la proclamación de una nueva directiva afín a Morales.
Lo que debería haber sido un espacio de debate y unificación para la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) se convirtió en un escenario de violencia y discordia, desencadenando enfrentamientos y sabotajes que resaltan la creciente división entre los seguidores del expresidente Evo Morales y aquellos afines al Gobierno.
Los primeros días del Congreso fueron marcados por peleas a silletazos entre las facciones opuestas, creando un ambiente tenso que se tornó aún más caótico durante la madrugada del domingo.
Partidarios de Evo Morales denunciaron actos de sabotaje que resultaron en la interrupción del suministro eléctrico en el coliseo Héroes de Octubre, lugar donde se llevaba a cabo el Congreso. A pesar de las dificultades, los delegados intentaron mantener el curso del evento, pero se encontraron con situaciones de enfrentamiento que incluyeron el uso de gas lacrimógeno en varias ocasiones.
Los seguidores de Morales, conocidos como «evistas», acusaron al Gobierno de manipular y dividir a las organizaciones sociales presentes en el Congreso, alegando incluso la presencia de la Policía como un intento de intimidación.
La violencia también se manifestó en la infraestructura, con destrozos y rotura de vidrios en el coliseo alteño, mostrando una imagen desoladora del lugar.
En medio de la agitación y con los primeros rayos del sol iluminando el panorama, la facción alineada con Evo Morales procedió a establecer una nueva directiva para la CSUTCB, proclamándola como la dirección principal del sindicato.
En un ambiente cargado de tensión, los «evistas» alzaron sus voces en contra de los «traidores» y lanzaron acusaciones directas al Gobierno. Una vez conformada la nueva dirección, la marcha se desplazó hacia la sede de la CSUTCB en la zona de Miraflores, en La Paz, con consignas enérgicas que denotaban el fervor y la determinación de sus participantes.
La violencia y la polarización que marcaron este Congreso de la CSUTCB evidencian la profundidad de las diferencias políticas y sociales en Bolivia. Mientras los seguidores de Evo Morales luchan por mantener su influencia y liderazgo, el Gobierno enfrenta críticas y acusaciones de injerencia en el proceso. La incertidumbre sobre el futuro de la confederación sindical y su papel en el panorama político del país persiste, mientras los ojos de la nación observan con atención los acontecimientos que se desarrollan en su seno.