Ponciano Santos exige a Luis Arce promulgar leyes aprobadas o enfrentará movilizaciones
El dirigente de la Csutcb da un ultimátum al presidente y al vicepresidente ante la crisis económica y política que atraviesa Bolivia.
El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), Ponciano Santos, lanzó un contundente ultimátum al presidente Luis Arce y al vicepresidente David Choquehuanca: promulgar las leyes aprobadas en la última sesión del Legislativo, presidida por Andrónico Rodríguez, antes del jueves o enfrentar movilizaciones masivas.
La advertencia fue emitida durante una reunión de evaluación de la organización social “evista” este martes. En el encuentro se discutió la complicada situación que atraviesa el país debido a la escasez de dólares, la falta de provisión de carburantes y la controversia sobre la continuidad de los actuales magistrados del Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
“Luis Arce Catacora y David Choquehuanca tienen el plazo de promulgar esas cuatro leyes hasta el día jueves; si no promulgan, ustedes van a ser responsables de que vengan las movilizaciones en las próximas semanas”, advirtió Santos, quien estuvo acompañado de otros dirigentes de la Csutcb. Entre las leyes aprobadas el 6 de junio se encuentra una que busca evitar la prórroga de los actuales magistrados.
Además, Santos hizo un llamado a los sectores sociales y al Pacto de Unidad a prepararse para las movilizaciones que se podrían desencadenar en los próximos días, en caso de que el Gobierno no atienda sus demandas. “Hermanos de los sectores sociales, del Pacto de Unidad, alistarse para las movilizaciones que vienen en los próximos días”, afirmó el dirigente.
Por su parte, el Gobierno ha interpretado estos anuncios de diversos dirigentes sociales de la facción del MAS, que apoyan al expresidente Evo Morales, como intentos de desestabilización e incluso de propiciar un golpe de Estado.
La situación en Bolivia se mantiene tensa, con un Gobierno que enfrenta desafíos tanto económicos como políticos y una creciente presión social que amenaza con agudizar la inestabilidad del país.