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Gas y petróleo en el altiplano, la historia de fracasos y abandono

El gas y petróleo en el altiplano boliviano pasó por una historia de fracasos y abandono desde los años 70. Sin embargo, expertos sugieren continuar con la búsqueda y el riesgo sea asumido por empresas privadas.

Según los datos del experto Hugo del Granado, sobre los trabajos que se realizaron en el occidente del país, de las 106 áreas de interés petroleras reservadas en favor de YPFB, sólo tres están en el altiplano, lo que refleja la poca importancia petrolera asignada a esta región.

En la década del 70 se encararon trabajos de geofísica y gravimetría en el Salar de Uyuni o en geología en el altiplano de Oruro, aunque sin resultados. En otros casos se llegó a perforar, por ejemplo, el pozo exploratorio Vilque A en Oruro, pero fue abandonado porque estaba seco.

También hubo algunos trabajos de exploración en las provincias Iturralde, Cercado, Aroma, pacajes el sur del lago Titicaca, aunque sin éxito.

Durante la década de los 80 no hubo exploración en el altiplano boliviano debido a que todos los contratos se dirigieron al norte de La Paz (observar gráfica).

En los años posteriores sólo YPFB hizo trabajos exploratorios en el altiplano, citó Del Granado. Los más reciente es Lliquimuni, en asociación con PDVSA, que no tuvo resultados comerciales.

“YPFB debe minimizar su exposición al riesgo de hacer exploración en el área occidental del país, especialmente en el altiplano, por los antecedentes que se explican. Los montos a invertir pueden alcanzar cifras gigantescas y con resultados difíciles de percibir. Lo inteligente sería trabajar en el diseño de políticas atractivas a la inversión privada para que hagan este trabajo”, sugirió el experto.

Agregó que el Gobierno no puede seguir actuando como si el precio del petróleo estuviera por encima de los 100 dólares el barril.

“Si bien se debe continuar con los estudios geológicos, sísmicos, estratigráficos y otros con tecnología moderna y especializada, dados los riesgos y las grandes inversiones necesarias, pese a los pocos resultados alcanzados. Lo aconsejable es que estos trabajos los hagan las empresas privadas y no YPFB, insistió.

El 10 de febrero, el presidente de YPFB, Óscar Barriga, afirmó que la estatal petrolera ingresará con proyectos de exploración a zonas no tradicionales en la perspectiva de incrementar y reponer las reservas de hidrocarburos. Los proyectos de exploración que se encaran están en Oruro, La Paz y Potosí.

“Hasta la pasada gestión el proyecto denominado Adquisición Integral Aerogravimétrica, Aeromagnetométrica en la cuenca del altiplano alcanzó el procesamiento e interpretación de 156.366 kilómetros de líneas aerogravimétricas y generó un mapa estructural de los objetivos geológicos para la identificación de objetivos exploratorios”, señaló YPFB en una nota de prensa.

Para el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos los estudios de química de superficie, aerogravimetría y magnetometría es un primer paso, pero “insignificante” en materia exploratoria para encontrar hidrocarburos y peor si se realiza en una zona no tradicional.

“La verdadera inversión se dará cuando se concesionen varios bloques a empresas privadas o a YPFB o sus subsidiarias, para que se realicen estudios de sísmica y su reprocesamiento”, precisó Ríos.

Sólo así se podrá ubicar prospectos y perforar varios pozos exploratorios, de los cuales alguno podrá tener éxito.

Además, denotó que hay que tener en cuenta que la zona no tiene infraestructura para la evacuación de petróleo ni de gas natural, lo que significará mayores inversiones.

El analista Francesco Zaratti consideró que estudiar las potencialidades del territorio nacional en áreas no tradicionales, como el altiplano, es siempre útil incluso hasta descartar esas zonas.

“En teoría el altiplano no es la mejor geología para fines petroleros, pero se necesitan estudios sistemáticos para confirmar o descartar su potencialidad”, afirmó.

Sobre los estudios “a distancia”, como anunció YPFB, dijo que son preliminares y tienen el objetivo de justificar otros estudios más precisos y costosos como la sísmica 2D y 3D.

“En síntesis, se trata de dar los primeros pasos hacia un conocimiento más preciso de la geología hidrocarburifera del altiplano cuyos resultados, si los hay positivos, tardarán años”, evaluó.

Lliquimuni no arrojó resultados

El área Lliquimuni Centro X1 (LQC-X1), ubicado en el norte de La Paz, fue promocionado como proyecto estrella desde 2011, pero no arrojó resultados.

La expectativa de que el bloque contenía 50 millones de barriles de petróleo y un trillón de pies cúbicos de gas (TCF) fue anunciada por el Gobierno por primera vez el 20 de octubre de 2011. Luego cada año en similar fecha y el 16 de julio se difundían los datos.

En diciembre de 2014, Petroandina SAM publicó en su página web que el proyecto tenía un potencial aproximado de 135,63 millones de metros de pies cúbicos (MMmpc) de gas natural y 10,83 millones de barriles de petróleo.

El desafío exploratorio entre YPFB Petroandina SAM -conformada por YPFB y PDVSA, comenzó en 2009 con la ejecución de 1.087 kilómetros de levantamiento sísmico 2D.

Pero en marzo de 2016, Yacimientos comunicó que las operaciones del proyecto de perforación en Lliquimuni culminaron con el hallazgo de volúmenes hidrocarburíferos “no comerciales”.

Los gastos erogados en la perforación, planchada, sísmica y otros, superaron los 170 millones de dólares. Pese al fracaso, en julio de 2017 se anunció que YPFB insistirá en la búsqueda de hidrocarburos en La Paz.

Los trabajos encarados en 2018

Áreas YPFB anunció la semana pasada que encarará proyectos petroleros en los municipios orureños como Challapata, Quillacas, Choque Cota, Corque, Pampa Aullagas, Salinas de Garci Mendoza, Huanuni, Machacamarca, Curahuara de Carangas, Turco, San Pedro de Totora, Toledo, Huari, Belén de Andamarca, Santiago de Andamarca, Eucaliptus, Sabaya y Cercado, entre otros.
Trabajos En julio de 2018, el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez , afirmó que en el altiplano boliviano se realizó el proyecto de Aerogravimetría con 163 mil kilómetros de área cubierta, que involucra a La Paz, Oruro y Potosí. Para los cuales se destinó 8,2 millones de dólares.

Pagina Siete.

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