
División en la confederación de interculturales: Duelo de congresos y disputas por el control
- En medio de tensiones internas, la Confederación de Interculturales enfrenta una nueva fractura mientras dos congresos paralelos desencadenan choques ideológicos y políticos.
Este jueves marcó otro capítulo en la creciente división que aqueja a la Confederación de Interculturales, una entidad política clave en el escenario boliviano. En un escenario dividido, dos facciones en lados opuestos del espectro político sostuvieron reuniones simultáneas que reflejan profundas divergencias en su visión y apoyo.
Por un lado, los sectores alineados con el expresidente Evo Morales inauguraron un congreso en el Trópico de Cochabamba, mientras que, por otro lado, los líderes respaldados por el actual Gobierno, desde La Paz, desautorizaron enérgicamente dicha convocatoria.
Los defensores del Gobierno enfatizan los resultados del congreso llevado a cabo desde el fin de semana hasta el lunes en Sucre, donde se ratificó a Esteban Alavi como ejecutivo nacional. Incluso la Central Obrera Boliviana dio su reconocimiento a esta dirección.
No obstante, aquellos afines a Evo Morales desconocieron tajantemente este congreso en Sucre, arguyendo que fue inicialmente convocado como un «ampliado» y luego se modificó la naturaleza de la reunión. Además, se señalan incidentes violentos con lanzamiento de sillas como factores influyentes en esta divergencia.
El congreso convocado por el sector «evista» se lleva a cabo en Entre Ríos hasta el 19 de agosto. Durante el evento, se pronunciaron discursos en apoyo al exmandatario Evo Morales y en contra del actual Gobierno.
En un emocionado discurso, el diputado Daniel Rojas declaró: «Tenemos que proteger a nuestro líder de aquellos traidores que se han infiltrado en el gobierno, usurpando el Movimiento al Socialismo. Debemos liberar el poder de las garras de estos traidores, hermanos y hermanas».
El senador Leonardo Loza lanzó una advertencia contundente: «Si llegan a tocar a nuestro hermano Evo Morales, miles de compañeros se movilizarán en las calles para expulsar a estos intrusos».
Desde La Paz, el líder ejecutivo Esteban Alavi defendió el congreso de Sucre y afirmó que no entrarán en los juegos de la otra facción. Agradeció al gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca por su apoyo.
Fidel Surco, otro dirigente con base en La Paz, justificó la transformación del «ampliado» de Sucre en un congreso completo, asegurando que se siguió el estatuto de la Confederación. Surco expresó su rechazo firme al congreso en el Trópico de Cochabamba y subrayó la importancia de respetar el acuerdo firmado en Sucre.
Alavi, a través de las redes sociales, rechazó la fractura y extendió una invitación a los interculturales del Trópico a unirse a la estructura sindical consolidada.
El Congreso del MAS en juego
El control de la dirección de los interculturales se convierte en un factor determinante para el Congreso del Movimiento al Socialismo (MAS), ya que esta organización tiene la capacidad de proponer un miembro para la Directiva Nacional. Actualmente, dicho puesto está ocupado por Gerardo García.
El epicentro de la controversia gira en torno a dos visiones opuestas: los «evistas» que convocaron el congreso del MAS en el Trópico, frente a los «arcistas» que buscan realizarlo en El Alto.
Desde La Paz, Fidel Surco anunció planes para impugnar tanto el congreso como el estatuto del MAS. Sugirió la creación de una Coordinadora de organizaciones sociales como un espacio para debatir la sede del congreso partidario.