
“Rechazamos contundentemente este informe”: Gobierno niega alerta de hambruna y acusa a la CAO de desinformar
Ministro Yamil Flores afirma que la producción superó expectativas y critica informe basado en datos de la ONU
El Gobierno nacional rechazó este martes la advertencia de hambruna en Bolivia hecha por la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la cual se respaldó en un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el deterioro de la seguridad alimentaria en el país.

El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, cuestionó la validez de esa alerta y aseguró que los datos de la CAO contradicen la realidad. “Rechazamos contundentemente este informe”, declaró, asegurando que las cifras oficiales muestran un crecimiento productivo.
“Cuando la CAO sale a hablar de datos productivos, creo que hablan de memoria o en contrarruta de sus propios asociados. Si fuera como dicen, no estarían pidiendo exportación los soyeros, los aceiteros, los ganaderos por el tema de la carne. Y permanentemente tenemos pedidos de exportación”, sostuvo Flores en conferencia de prensa.
Según el informe de la ONU, entre junio y octubre de 2025 Bolivia podría enfrentar hambruna, a causa de la alta inflación persistente, la caída de reservas internacionales y la pérdida de poder adquisitivo de los hogares, elementos que ponen en riesgo la importación de alimentos.
El ministro respondió que ese escenario ya fue pronosticado sin éxito en gestiones anteriores. “El año pasado, otro directorio de la CAO decía que no íbamos a llegar ni al 30% de la producción nacional y que iba a haber hambruna. Les hemos demostrado lo contrario: superamos con un 30% la producción de años anteriores”, afirmó.
También destacó las medidas tomadas por el Gobierno para sostener el sector productivo y asegurar el abastecimiento interno. “Hemos trabajado para garantizar la producción, no hay ninguna señal de escasez”, insistió.
Flores finalizó asegurando que el Ejecutivo seguirá apoyando a los productores y cuestionó que la CAO utilice “criterios alarmistas sin sustento técnico”, en un contexto donde el país enfrenta tensiones económicas, pero no —según dijo— una amenaza real de hambruna.