Periodistas agredidos durante enfrentamientos en La Paz: ANPB exige garantías para la prensa

  • La Asociación Nacional de Periodistas condena los ataques a seis comunicadores, incluidos corresponsales internacionales, y demanda acciones inmediatas del Estado.

La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y las nueve asociaciones departamentales del país alzaron su voz para condenar enérgicamente las agresiones sufridas por al menos seis periodistas durante los violentos enfrentamientos registrados este viernes en La Paz. Los hechos ocurrieron en medio de choques entre efectivos policiales y seguidores del exmandatario Evo Morales, donde los comunicadores fueron blanco de ataques físicos y gasificación indiscriminada.

Prensa Libre

Entre los afectados figuran tres colaboradores de medios internacionales, dos periodistas de Unitel y Cadena A, y un freelance, quienes resultaron heridos mientras cubrían los disturbios. Según los reportes, los manifestantes lanzaron piedras y objetos contundentes, mientras que la Policía respondió con disparos de balines y gases lacrimógenos, algunos de los cuales impactaron directamente en los reporteros. Aunque los corresponsales extranjeros portaban chalecos antibalas que mitigaron las lesiones, el incidente revela una grave vulneración a la libertad de prensa y a la integridad física de los profesionales.

Violencia generalizada y un patrón recurrente
La ANPB destacó que la violencia provino de ambos bandos, evidenciando una falta de respeto hacia el trabajo periodístico. «Esto no es un caso aislado; forma parte de un patrón sistemático de agresiones contra la prensa en escenarios de conflicto, donde las autoridades no actúan con la debida diligencia para prevenir o sancionar estos hechos», denunció la organización.

Exigencias al Estado y a los actores involucrados
En un comunicado, la ANPB recordó que la labor informativa está protegida por la Constitución y tratados internacionales, por lo que exigió al Gobierno, al Ministerio de Gobierno y a la Policía Boliviana:

  • Respeto irrestricto a la labor periodística.
  • Garantías de seguridad para los comunicadores en contextos de riesgo.
  • Investigaciones rápidas e imparciales para identificar y sancionar a los responsables.

«El periodismo no es un enemigo», remarcó la asociación, subrayando que la prensa cumple un rol fundamental en la democracia y que su protección debe ser una prioridad. El mensaje cerró con un llamado contundente: «Basta de violencia contra quienes informan. El derecho a la información no se reprime ni se silencia.»

Con este pronunciamiento, el gremio periodístico boliviano busca no solo visibilizar los ataques, sino también presionar para que se tomen medidas concretas que eviten la repetición de estos hechos.