Hospitales no cuentan con central de oxígeno para Covid

Jakeline Saavedra tocó con la cuchara el tubo de oxígeno que le asignaron en el hospital Covid-19 en Trinidad, Beni. Trataba de alertar al personal de salud para que le cambien el botellón. El sonido de la cuchara de metal y el tubo de acero no llegó a los oídos de las enfermeras de turno. Ese 27 de mayo murió después de cinco días de internación. Los pacientes internados en ese nosocomio son responsables de controlar cuánto oxígeno les queda, pues saben que su vida depende de ese suministro.

“Ella prácticamente agonizó pidiendo oxígeno, ese día murieron otras seis señoras que igual se quedaron sin poder respirar”, contó su sobrino David Saavedra. El joven fue atendido en el mismo hospital, sin embargo, él tuvo la suerte de que le asignaran un concentrador de oxígeno, un dispositivo electrónico que no debe ser recargado. Estas máquinas también son escasas. La familia Saavedra ya había previsto un escenario fatal y compraron dos botellones de oxígeno cargados que entregaron al centro Covid-19.

“Toda persona que muere ahí es por falta de oxígeno, aunque los doctores dicen que así demos todos los botellones, algunos cuerpos ya no resisten y no absorben el aire”, cuenta desde Trinidad. Como la familia de David, otras también se apuran en las compras de los botellones y velan porque estén recargados. Ese servicio es ofrecido por empresas privadas. Para ese momento el departamento de Beni no tenía una central de oxígeno que libere de las preocupaciones a los enfermos de coronavirus.

Tres días después de la muerte de Jakeline Saavedra, el Gobierno entregó 500 botellones y una planta móvil de oxígeno a la capital beniana. Un vehículo de alto tonelaje llegó a Trinidad para parquearse a metros del hospital centinela donde el insumo ya escaseaba.

Durante el acto de entrega el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, reconoció que Beni dependía de los envíos desde Santa Cruz. “Sabemos que las terapias intensivas no funcionan si no hay oxígeno”, informó la autoridad a tiempo de aclarar que el contrato se hizo con la empresa privada Nitrox. En la misma actividad estuvo el ministro de Energías, Rodrigo Guzmán, quien informó que el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental hizo las peticiones para la dotación de este insumo al que calificaron de vital para la lucha contra la Covid-19.

En Perú, el oxígeno fue declarado insumo médico estratégico ante la escasez y el encarecimiento de sus precios. Decenas de familias peruanas hacen largas filas para llenar sus botellones y llevarlos a los hospitales. En el país vecino hubo empresas inescrupulosas que vendieron oxígeno industrial como medicinal. Acto calificado como criminal por las autoridades.

Hospitales sin centrales de oxígeno medicinal

“No se puede reducir el oxígeno a los pacientes que están críticos y tenemos que conseguir de donde sea”, advierte Carlos Dorado, director del Hospital de Guayaramerín. En este centro tienen en almacenes 154 botellones de seis metros cúbicos. Cada día usan entre 70 y 76 para los 47 pacientes internados por Covid-19. El consumo es las 24 horas del día. Lo ideal es que los hospitales cuenten con un generador de oxígeno o una central que sea recargada por empresas autorizadas.

Con la pandemia, las recargas de oxígeno se hacen con mayor frecuencia. Guayaramerín es asistida por Riberalta, otra población beniana, a una hora por carretera. Envían hasta 25 botellones cada mañana. Dorado relata: “Estamos combatiendo con esa pena de tener los botellones de oxígeno, esperamos como milagro que lleguen de Riberalta”.

Según el neumólogo Marco García, expresidente de la Sociedad Boliviana de Neumología, el costo de un generador de oxígeno en cada centro de tercer nivel puede llegar hasta los 500 mil bolivianos. Explica que este virus produce una neumonía bilateral, es decir, una infección en ambos pulmones que llena con líquido los alveolos. Los afectados por este virus mueren a falta de oxigenación. Sin embargo, este médico asegura que el oxígeno es un complemento en las unidades de terapia intensiva. “Es indispensable, como las camas de terapia intensiva”, finaliza.

En La Paz, dentro del sistema público de salud los hospitales de tercer nivel: Tórax, del Norte, Holandés y el de Clínicas son los únicos que cuentan con almacenes de oxígeno. Sus reservas duran hasta un mes y son recargadas cada semana. “Tenemos un control técnico que nos informa que se ha gastado más de 5.000 litros. En ese caso llamamos a la empresa y se vuelve a hacer la carga”, detalla Óscar Romero, director del Hospital de Clínicas.
El Hospital Germán Busch de la ciudad de Trinidad, que se encuentra en condiciones precarias.
Fotos APG

Romero no cree que el desabastecimiento esté cerca, aunque reconoce que el consumo se ha incrementado, pese a ser un área verde Covid-19. Esto implica que no atienden a pacientes afectados por el virus, sino que una vez detectados los derivan a los centros centinelas. Mientras eso sucede, pueden pasar varios días, pues no reciben los resultados de las pruebas inmediatamente, así que el uso de oxígeno en esas personas se aplica.

En Santa Cruz, Carmiña Camacho trabaja en una unidad de emergencias. Ella asegura que se trata de una guerra donde están sin insumos. “Es una desesperación del paciente pidiendo oxígeno y no lo tenemos, está colapsado. No tenemos ni dónde hacerlos sentar”, lamentó la profesional en salud.

El extremo de quedarse sin oxígeno para atender las dificultades respiratorias de los pacientes es confirmado por Adrián Ávila, presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva.

“Los hospitales tienen que tener una central de oxígeno que mande a requerimiento. Si faltase, sería una catástrofe. Ya lo están viviendo en Santa Cruz. Nos llaman para decirnos que tienen a 50 pacientes ventilados al mismo tiempo”, informó Ávila.

Como representante de los profesionales en salud, el médico informó que ya hicieron varias gestiones ante el Ministerio de Salud pronosticando que la falta de insumos y el incremento de casos positivos de Covid representarán más luto en el país.

Su uso no sólo como tratamiento, sino como prevención

El oxígeno medicinal debe tener una concentración mayor a 95% de pureza, explica Jessica Córdova, presidenta de Sociedad Boliviana de Medicina de Oxígeno y Ozonoterapia (Ambot). “El oxígeno 02 es un tipo de gas medicinal. Habrá que ver si todos los hospitales tienen una central de distribución o si el Gobierno está previendo esta situación”, manifestó. Esta instancia ya envío ocho cartas al Ministerio de Salud para informar sobre el uso de oxígeno medicinal número tres, es decir un oxígeno más puro para el tratamiento de afecciones pulmonares.

“Tuvimos un acercamiento con el ministerio cuando estaba Aníbal Cruz. Les explicamos los protocolos de atención y prevención con oxígeno para la pandemia. Especialmente veíamos que los médicos que están en primera línea podían ser fortalecidos con ozonoterapia. No evitará el contagio, pero los encontrará con defensas altas y se puede aplicar en las UTIs”, detalló Córdoba. Esas cartas iban acompañadas de estudios médicos de España, donde se detallaba que el 30% de los pacientes con Covid-19 que recibió oxígeno 3 no requirieron ser internados en terapia intensiva. Los informes enviados aún no fueron respondidos por las autoridades.

La prescripción médica para la compra de botellones de oxígeno medicinal ya existía en otras especialidades médicas, pero la pandemia incrementó la demanda. El director del Hospital del Toráx, Edgar Pozo, señaló enfáticamente que si un paciente con Covid requiere oxígeno debe ser hospitalizado. Según Pozo, los familiares no pueden administrarlo o creer que su uso salvará la vida de su ser querido.
Gobernación de Beni entregó equipos a la UTI del hospital.
Foto: APG

Los proveedores

Praxair Bolivia S.R.L. es la empresa que se encarga de las recargas para el sistema público de salud en La Paz. Esta empresa trabaja en diferentes países de América Latina y es parte de la corporación alemana Linde. En Bolivia, la gerencia de la empresa se encuentra en Santa Cruz. Los representantes no quisieron atender nuestra solicitud de información respecto al stock o capacidades de almacenaje en Bolivia y los precios de los gases. Oximed es una de las empresas que vende botellones de diferentes capacidades, el más comprado cuenta con seis metros cúbicos de O2. Según detalla su catálogo el precio es de 2.300 bolivianos junto a la mascarilla, un regulador y el vaso humificador. En este caso sus ventas se duplicaron tanto de cilindros de acero como de las recargas de oxígeno.

El sistema de salud público de salud en Perú consume hasta 216 toneladas de oxígeno por día. En nuestro país no existe un contador del uso de oxígeno en el sistema público. Para 12.000 infectados se requieren hasta 11 toneladas y Bolivia ya superó los 17.000 infectados. Los médicos entrevistados coincidieron en apuntar que el Estado debe adelantarse a un posible desabastecimiento de este insumo o el encarecimiento de sus precios.

Pagina Siete

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