
Profesora de instituto abandona su trabajo para convertirse en actriz porno tras recibir «llamada de Dios»
- Courtney Tillia asegura que su cambio de profesión es parte de su servicio a Dios y le ha permitido reconectar con su fe.
Courtney Tillia, una profesora de 35 años de edad que trabajaba en un instituto de Estados Unidos, afirma haber recibido una llamada divina para dejar su empleo y adentrarse en la industria del entretenimiento para adultos. En una entrevista con el diario ‘Daily Star’, Tillia asegura que su supuesta epifanía la llevó a convertirse en actriz porno en lugar de buscar una vida religiosa más tradicional.
Según Tillia, el mensaje de Dios fue claro y directo: «Estoy aquí para ser una estrella porno. Esta es mi forma de servirle». La decisión de abandonar la enseñanza y embarcarse en una carrera en el mundo del cine para adultos le ha permitido dar un giro total a su vida profesional y también a su relación con la fe cristiana que ha profesado desde joven.
La profesora relata que se sentía desconectada de sí misma y de Dios, sin saber cuál era el propósito de su vida ni cómo ayudar a los demás. Fue entonces cuando decidió tomar un rumbo inesperado y seguir el llamado divino hacia la industria pornográfica.
Con el apoyo de su esposo, Tillia dejó su trabajo como profesora en 2016 para dedicarse a grabar videos y posar como modelo para adultos. Sin embargo, esta transición no fue fácil para ella.
«Al principio, sentí una gran vergüenza sexual propia», confiesa Tillia. «Recuerdo estar en una sesión de fotos con otras estrellas del porno y me sentía angustiada. Podía sentir los juicios que la sociedad y la religión me habían inculcado, y era muy consciente de ello. Parte de mí sentía que sus elecciones y expresiones sexuales eran incorrectas e inmorales».
No obstante, después de superar esa lucha interna, Tillia afirma haber alcanzado un mayor entendimiento con el Señor. «Ahora rechazo cualquier enseñanza o institución que represente a Dios como una entidad que deba ser temida o juzgada. Dios es amoroso, no temeroso; acepta, no juzga», aclara.
Tillia concluye defendiendo la importancia de la sexualidad y la expresión sexual sin suprimirlas ni negarlas. Según ella, estamos destinados a disfrutar plenamente de ellas, ya que así lo ha dispuesto Dios.
La historia de Courtney Tillia plantea interrogantes sobre los límites entre la fe y la sexualidad, desafiando los estereotipos y las normas sociales impuestas. Su decisión de seguir su «llamada divina» hacia la industria del entretenimiento para adultos ha sido un camino de transformación personal y un reexamen de su propia espiritualidad.