DEA lanza advertencia a Bolivia tras extradición de Maximiliano Dávila: «Ningún funcionario corrupto es intocable»

  • La DEA señala que la extradición de Maximiliano Dávila Pérez debe ser una advertencia para quienes traicionen la confianza pública en Bolivia.

Maximiliano Dávila Pérez, exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia, llegó a Estados Unidos este viernes tras ser extraditado desde Bolivia para enfrentar cargos federales. El Departamento de Justicia de EE.UU. lo acusa de conspirar para traficar cocaína y de portar ametralladoras en el marco de esta actividad ilícita, delitos que podrían llevarlo a cadena perpetua.

Prensa Libre

La Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) calificó su extradición como un mensaje contundente contra la corrupción. Anne Milgram, administradora de la DEA, declaró: “Que esta extradición sirva como advertencia: ningún funcionario corrupto es intocable”.

Dávila Pérez, conocido como “Macho”, será presentado ante un juez este viernes en el Distrito Sur de Nueva York. Según la fiscalía de esa jurisdicción, el exjefe antidrogas “convirtió a las fuerzas del orden en una máquina de tráfico de cocaína, buscando inundar las calles estadounidenses con veneno”, en clara referencia a sus actividades ilícitas mientras ocupaba un cargo clave en la lucha contra el narcotráfico en Bolivia.

Graves acusaciones y condenas potenciales

De acuerdo con la justicia estadounidense, Dávila enfrenta dos cargos principales:

  • Conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos, delito que conlleva una pena mínima de 10 años de prisión y una máxima de cadena perpetua.
  • Conspirar para usar y portar ametralladoras durante la conspiración, lo que también podría resultar en una sentencia máxima de cadena perpetua.

El caso está asignado a la Jueza del Tribunal de Distrito de EE.UU., Denise L. Cote, quien supervisará el juicio en los próximos meses.

Un golpe a la imagen de la lucha antidrogas en Bolivia

La DEA no escatimó en criticar el accionar de Dávila mientras lideraba la agencia antidrogas en Bolivia. Milgram señaló que “se suponía que Maximiliano Dávila Pérez iba a luchar contra el tráfico de drogas, pero en lugar de eso lo alimentó”.

El fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, aseguró que la traición de Dávila a la confianza pública debe ser un ejemplo de las consecuencias que enfrentan quienes abusan de su poder para enriquecerse a costa de la seguridad pública.

El informe oficial, publicado por la Oficina del Fiscal del Distrito Sur de Nueva York, destaca que la extradición de Dávila es el resultado de una estrecha colaboración entre las autoridades bolivianas y estadounidenses, subrayando el compromiso de Estados Unidos en su lucha contra el narcotráfico.

Con esta extradición, Bolivia enfrenta una nueva prueba en la legitimidad de su lucha contra el narcotráfico y la corrupción en altos niveles del gobierno, mientras que la DEA deja claro su mensaje: la justicia no tiene fronteras ni tolerancia para quienes traicionan su deber público.