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Víctor Hugo Áñez: “La nacionalización no fue más que un eslogan mediático”

Víctor Hugo Áñez, miembro del directorio de YPFB por la Gobernación de Santa Cruz, realizó una evaluación de la empresa estatal, encargada de generar recursos económicos para el país por la exportación de gas natural a Argentina y Brasil.

Afirmó que a la fecha se evidencia la falta de planificación y la improvisación del Gobierno y de YPFB, que administra la parte operativa de la cadena hidrocarburífera del país, y que de no institucionalizarla, continuará su caída.

¿Hubo o no nacionalización de YPFB, cuál es su evaluación?

La nacionalización no fue más que un “eslogan mediático” creado por el Gobierno como parte de su estrategia política. Hicieron creer a la población que toda la bonanza económica que vivimos fue debido a esta medida, cuando en realidad fue producto de los altos precios del petróleo. Hoy que éstos descendieron, se pone en evidencia la falta de planificación y la improvisación del Gobierno y de YPFB.

¿Cómo evalúa la parte administrativa y técnica de YPFB?

El Gobierno ha vivido de anuncios, supuestos descubrimientos y memorandos de entendimiento. En resumen, al igual que la nacionalización todo se trata de propaganda proselitista, sus emprendimientos en exploración han terminado en fracasos, por citar Lliquimuni y Boyuy; este último obligó a acelerar la puesta en marcha de la segunda fase de Incahuasi, que dicho sea de paso no se trata de un nuevo descubrimiento, como lo anunció el Ministro de Hidrocarburos y el presidente de YPFB, sino de una ampliación del campo que se puso en marcha en 2016 y que fue descubierto el 2004. Lamentablemente, no podemos hablar de resultados tangibles en las áreas donde YPFB asumió la administración, como el sector de transporte, logística, aviación y otros, pues no tuvimos ningún avance significativo, pese a existir infraestructura construida por YPFB. En la llamada industrialización se tienen tres plantas, dos separadoras de líquidos y una productora de úrea, ninguno superó el 30% de su capacidad de producción. La planta de úrea y amoniaco solo funcionó cinco meses desde 2017, cuando inicio su producción. Pese a las millonarias inversiones efectuadas, los resultados hablan por sí solos.

¿Qué opina de que YPFB haya sido involucrado en hechos de corrupción?

Los hechos de corrupción no han sido ajenos a la petrolera, basta mencionar el caso Catler, en la gestión de Santos Ramírez; otros referidos a contratos lesivos al Estado, uso indebido de influencias, enriquecimiento ilícito, red de corrupción en la unidad de comunicación, caso de las “narcocisternas”, y uno de los últimos que se hizo público fue el caso de los taladros que terminó con la destitución de Guillermo Achá. Otro de los problemas al interior de YPFB son los interinatos. En la última década el Gobierno cambió a siete presidentes de la petrolera, esto demuestra que lo único que han hecho es tomar medidas parches. Creemos que mientras no se institucionalicen los cargos con profesionales idóneos y aptos para ejercer estas funciones, la empresa seguirá cayendo en improvisaciones y mal manejo, que han sido una constante durante estos años.

Hablaron de una “reingeniería”, pero hasta ahora no vemos resultados positivos en la administración de YPFB; la falta de capacidad de adaptarse a la nueva realidad económica que vive el país se evidencia en cada decisión que toman las autoridades responsables del sector. Una muestra de la falta de capacidad de quienes han dirigido la empresa de los bolivianos es que tuvieron que recurrir a confiscar recursos de las gobernaciones y municipios para financiar sus erráticas políticas en exploración y en la administración de la empresa, cumpliendo el libreto del Gobierno de asfixiar a las entidades territoriales autónomas.

¿Cómo están las utilidades -de los últimos 10 años- de la empresa estatal?

En los últimos años, el comportamiento de las utilidades de la empresa estatal vino en caída, según datos oficiales, pasó de ganar más de 1.000 millones de dólares, en 2008, a sólo 262 millones, en 2017. Esto debido a dos factores: la fluctuación de los precios internacionales del petróleo y por la falta de capacidad administrativa de adecuarse a los tiempos de crisis.

¿En los últimos diez años, qué nuevas empresas petroleras llegaron al país para invertir?

En los últimos tiempos tuvimos la llegada de PDVSA, estatal petrolera venezolana, que en sociedad con YPFB constituyeron la empresa Petroandina SA, uno de los grandes fracasos en exploración (Lliquimuni) que ocasionó millonarias pérdidas para el país.

Así también llegó la rusa Gazprom, que no ha descubierto campos nuevos como tal, sino que se le entregó una participación en el último y único campo que todavía tiene proyección para seguir creciendo y que debe ser desarrollado, que es el campo Incahuasi-Aquio. Más que una inversión parecería un favor del Gobierno. YPFB tiene 100 áreas de exploración reservadas a su favor, de las cuales menos del 25% cuenta con contratos o ha sido asignada, esto hace ver la falta de seguridad jurídica o la desconfianza que tienen las empresas internacionales para invertir en el país, por eso hoy mientras no planifiquen políticas serias en materia de exploración o se tenga certidumbre plena en la certificación de reservas, la posibilidad de seguir incumpliendo compromisos con Brasil y Argentina cada vez serán mayores.

Hoja de vida

Profesión Es abogado y docente.
Experiencia Hizo dos diplomados en Proceso Autonómico y en Diseño, Gestión y Evaluación de Proyectos de Inversión Pública. También tiene un posgrado en Derecho Tributario.
Cargo Se desempeña como asesor de gestión de la Gobernación de Santa Cruz.

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