Luis Arce defiende la industrialización del litio en medio de protestas en Potosí

  • El presidente asegura que los proyectos con empresas china y rusa buscan diversificar la economía y reducir la dependencia del gas, mientras sectores sociales exigen mayor socialización.

En un contexto marcado por el descontento de varios sectores del departamento de Potosí, el presidente Luis Arce salió este viernes al frente para defender los contratos con una empresa china y otra rusa, que buscan impulsar la industrialización del litio en Bolivia. “Queremos que se industrialice el litio, tener la industrialización del hierro en el Mutún boliviano. Qué queremos, tener industrias; qué queremos, tener turismo; qué queremos, tener varias actividades”, afirmó el mandatario durante un acto de entrega de una unidad educativa en Padcaya, Tarija.

Prensa Libre

Arce destacó que el Gobierno está construyendo “una base ancha en la economía nacional” para beneficiar a la población, con el objetivo de dejar de depender exclusivamente del gas y diversificar la producción con recursos como el litio y el hierro del Mutún. “Bolivia tiene mucha capacidad, mucha posibilidad de diversificar su producción y este Gobierno la está construyendo, la está desarrollando para beneficiar a las bolivianas y los bolivianos”, insistió.

Sin embargo, los contratos con la empresa rusa Uranium One Group y la china Hong Kong CBC para la explotación del litio en el Salar de Uyuni han generado rechazo en Potosí. Diversos sectores sociales argumentan que no se realizó una socialización adecuada de los proyectos. Ante esto, el presidente de la Cámara de Diputados, Omar Yujra, anunció que no se tratarán los contratos en el Legislativo hasta que se cumpla con este proceso.

La madrugada del 7 de febrero, la Comisión de Economía Plural, Producción e Industria de la Cámara Baja aprobó el contrato de servicios para la Producción de Carbonato de Litio en el Salar de Uyuni entre Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la empresa china Hong Kong CBC. Este acuerdo ha sido catalogado como un paso clave para la industrialización del litio, pero también ha despertado críticas por la falta de transparencia en su tratamiento.

Mientras el Gobierno insiste en que estos proyectos son vitales para el desarrollo económico del país, las tensiones en Potosí reflejan la necesidad de un diálogo más amplio y participativo con los sectores afectados. El desafío ahora es conciliar la industrialización con las demandas sociales, en un escenario donde el litio se ha convertido en un recurso estratégico para el futuro de Bolivia.