
El «Bigotón» Azkargorta inyecta esperanza a la afición boliviana tras derrotas ante Brasil y Argentina
- El estratega boliviano resalta el camino hacia el Mundial y la confianza en sus jugadores.
A pesar de las desafiantes derrotas sufridas a manos de las potencias del fútbol sudamericano, Brasil y Argentina, el carismático entrenador que alguna vez guió a la selección boliviana a un Mundial, ha alzado la voz con un mensaje alentador y una llamada a la esperanza para la hinchada verde.
El reconocido «Bigotón» Azkargorta, ícono del fútbol boliviano, se ha manifestado con optimismo frente a la adversidad. En una aparición en el programa «La Mañana en Directo de ERBOL», el estratega vasco hizo un llamado a la nación altiplánica, recordando que aún quedan dos preciados cupos disponibles para clasificar al Mundial en la eliminatoria sudamericana.
«Se puede, se puede y se puede», enfatizó con pasión el carismático entrenador, alentando a los bolivianos a mantener la fe en su selección. Reconoció que enfrentar a equipos del calibre de Brasil y Argentina es un reto formidable, capaz de poner a prueba incluso a los equipos más fuertes, pero ahora es el momento de recibir a Ecuador y de iniciar con determinación la segunda mitad de las eliminatorias. Azkargorta es claro en su mensaje: «Hay que jugarlas, hay que estar ahí, pero se puede».
El entrenador también aprovechó la ocasión para abordar las críticas que han surgido sobre el rendimiento de ciertos jugadores de la selección. Recordó un episodio de su propia experiencia en las Eliminatorias de 1993, cuando la inclusión de William Ramallo en el equipo fue cuestionada por muchos.
En ese entonces, Álvaro Peña también competía por un lugar en el once titular. Sin embargo, Azkargorta vio en Ramallo la capacidad de abrir espacios en el mediocampo, y este jugador terminó siendo el goleador de la competición, demostrando que las decisiones audaces pueden dar frutos.
El estratega vasco también hizo hincapié en el cambio radical que implementó en el fútbol boliviano durante su mandato. Cuando asumió el cargo, el enfoque estaba en el comportamiento de los jugadores, y los aspectos tácticos, físicos y técnicos quedaban en segundo plano. Azkargorta trabajó incansablemente para que los futbolistas bolivianos se sintieran valorados y se amaran a sí mismos, convirtiéndolos en dueños de su destino en la cancha.
«Empezamos el trabajo por ahí y logramos eso. Al final, los jugadores eran dueños de sí mismos, de su cancha, de su campo, de su pizarra, eran absolutamente dueños de todo», concluyó el «Bigotón», dejando un mensaje claro de que el amor propio y la unidad son claves para alcanzar la grandeza en el fútbol.
A pesar de los desafíos actuales, Bolivia tiene en Azkargorta a un líder que sigue creyendo en el poder de su selección y que ha compartido su visión de un futuro brillante en el hermoso juego del fútbol. La esperanza renace en la hinchada boliviana, lista para apoyar a su equipo en el emocionante camino hacia el Mundial.