Tragedia en Llallagua: tres policías fallecidos y una ciudad cercada por la violencia de bloqueos evistas

  • Violencia desatada en Potosí deja un saldo fatal y agudiza la crisis humanitaria en la región.

El décimo día de los bloqueos en Potosí se tiñó de sangre y dolor tras un violento enfrentamiento en Llallagua, donde tres efectivos policiales perdieron la vida y un cuarto lucha por sobrevivir tras recibir un disparo. Según el Ministerio de Gobierno, los uniformados fueron emboscados por manifestantes afines a Evo Morales, quienes utilizaron armas de fuego contra agentes equipados únicamente para control de disturbios.

Prensa Libre

El coronel Limbert Choque, vocero de la Policía de Potosí, confirmó que los policías intentaban despejar una vía bloqueada cuando fueron atacados. Las víctimas fatales fueron identificadas como el sargento segundo Jesús Alberto Mamani Morales y los subtenientes Brayan Barrozo Rodríguez y Carlos Enrique Apata Tola. Un capitán se encuentra en estado crítico, mientras que la Caja Nacional de Salud reportó al menos 19 heridos atendidos en diferentes centros médicos.

«Esto no es una protesta legítima, es una estrategia violenta», denunció el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, al responsabilizar a los bloqueadores por los ataques. Por su parte, la ministra de Salud, María Renée Castro, reveló que los manifestantes impidieron el ingreso de paquetes de sangre al hospital de Llallagua, obstaculizando la atención a los heridos.

Crisis humanitaria y caos en las calles

La violencia no se limitó a las fuerzas del orden. Vecinos de Llallagua denunciaron ataques con explosivos, saqueos a negocios y la voladura de un bus policial. Además, la población sufre desabastecimiento de agua, alimentos y cortes de electricidad, utilizados como métodos de presión. «¡Libertad para Llallagua!», gritaban los residentes, exigiendo el fin del cerco que los mantiene sitiados.

Ante la escalada, el presidente Luis Arce se reunió con su gabinete y altos mandos militares para evaluar medidas urgentes. Mientras tanto, un operativo logró despejar parcialmente la carretera Cochabamba-Occidente, aunque persisten bloqueos en otros puntos.

La tensión sigue latente, y Llallagua se convierte en el epicentro de una crisis que combina violencia política, vulneración de derechos y una población atrapada en el fuego cruzado. La demanda de paz y solución inmediata crece entre quienes claman por el restablecimiento del orden y la ayuda humanitaria.


Con datos de UNITEL