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En 2 años, Jeanine Añez pasó de la depresión a tejer y coser esperanzas de libertad

“Ahora es una mujer más fuerte, ha demostrado un cambio muy profundo desde la primera vez que estuvo ante un juez, luego de que más de 100 policías la secuestraron en Beni, hasta la última audiencia (celebrada el 8 de marzo, Día de la Mujer), en la que decidieron mantenerla como presa política. Se ha reinventado y se mantiene firme por todos los bolivianos”, afirma Carolina Ribera Añez, hija mayor de la expresidenta del país Jeanine Añez Chávez.

La exmandataria cumple este domingo dos años presa, acusada de un supuesto “golpe” de Estado, de dictar resoluciones contrarias a la ley y de actos terroristas.

Ribera describe a su madre como la abogada que repasa todos esos detalles legales al interior de su celda, preparándose para la siguiente audiencia, pero también como la mujer que le abre sus brazos cada vez que llega a verla y aleja los alegatos judiciales de su mente, para dar paso a su papel de madre.

Esos encuentros son una terapia, un ejercicio mental que practican juntas para que la expresidenta no recaiga en la depresión que en algún momento la postró en cama. Y si bien los documentos que la mantienen encerrada se acumulan en su entorno, durante su encierro, Añez también tiene dos logros que le dan alivio ante sus carceleros: dos títulos técnicos en costura. “Ella también teje, borda, lee mucho, así se mantiene ocupada para despejar su mente y fortalecer la esperanza de que pronto saldrá libre, cuando llegue la justicia…”, anhela la hija de la exmandataria.

Su captura

La madrugada del 13 marzo de 2021, sin orden de allanamiento, el entonces comandante de la Policía Jhonny Aguilera aprehendió a Añez en el domicilio de un familiar, en medio de un aparatoso operativo policial que tenía la intención de también capturar al exministro de la presidencia, Yerko Nuñez, quien logró fugar y continúa clandestino hasta la fecha.

Para Carolina y los abogados de la exmandataria, aquel operativo no sólo se ejecutó en medio de ilegalidades, sino también fue el inicio de una persecución política “sin límite moral”, pues para humillarla, la Policía filtró a los medios de comunicación las fotos de su madre cuando la hallaron escondida en el somier de una cama, cuando era entrevistada por Aguilera y al final, “como el trofeo” del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, que fuera de todo procedimiento judicial hizo de su escolta hacia el avión en el que fue traída de Trinidad a La Paz.

Las dos supuestas víctimas de Añez son los exmandatarios Evo Morales y Álvaro García Linera, pero sólo figuran en los papeles. Ambos renunciaron a su cargo el 10 de noviembre de 2019, en medio de las protestas por el fraude electoral que detectó la auditoría especial de la Organización de Estados Americanos (OEA), que fue solicitada por el gobierno de Morales, quien además ya había anulado los resultados de esas elecciones, que -según él- lo favorecieron con el voto del campo.

En su encierro, Añez lleva en sus espaladas cinco procesos penales abiertos por el MAS y el gobierno de Luis Arce acerca de esos hechos, en uno de ellos ya se dictó una condena a 10 años de cárcel. Vive aislada en el sector del área médica del penal de mujeres en la zona Miraflores de la ciudad de La Paz. Su hija refiere que hay una orden extraoficial de restricción de visitas, que las reduce a que la exmandataria sólo pueda recibir a sus familiares de primer grado, sus hijos, o personas que tengan su apellido y sus abogados.

El cambio

Junto con su hermano menor, José Armando, Carolina dice que no sólo fue testigo de aquel “cambio profundo” que ve en su madre, sino también protagonista, pues durante su encierro, la exmandataria no sólo ha debido tejer regalos para “celebrar” los cumpleaños de sus hijos al interior de su celda, sino que también debió ser el refugio de ellos ante el alejamiento de sus más cercanos, por el temor de ser involucrados y caer presos ante represalias del Gobierno.

“Congelaron las cuentas de mi madre, incluso la mía por un caso completamente absurdo; no podemos vender nada porque tienen con anotación preventiva nuestros bienes, incluso la casa que nos dejó mi padre (Tadeo Ribera, fallecido en enero de 2020) y con amenazas de proceso a quien nos dé algún tipo de ayuda”, afirma Carolina.

“Ella pasó de la conmoción de ser secuestrada ilegalmente por el Ministro de Gobierno a la impotencia de no poder proteger a sus hijos; eso la llevó incluso a atentar contra su propia vida. Pero ahora ella se ha estabilizado, se ha reinventado, en medio de su encierro ella ha hallado fuerzas en su fe a Dios para seguir luchando”, asegura Carolina en una entrevista con Página Siete.

“Lo que nunca le van a perdonar a mi madre es que ella haya evitado el derramamiento de sangre que quería el MAS, ante el vacío de poder que se generó por órdenes de Evo y todos los de su gobierno. Esos delitos, claro, nunca los investigó la Fiscalía. Ella asumió su responsabilidad constitucional y fue el obstáculo para que él regrese a tomar el poder luego de la matanza que pensaban lograr entre bolivianos”, sostiene la hija de la exmandataria.

Afirma que mantienen presa a su madre “repitiendo las mismas mentiras, por medio de fiscales que se prestan a direccionar la investigación y jueces parcializados con las órdenes que da el Gobierno”. Pero si bien Añez ha logrado sobreponerse a su encierro y a las acusaciones en su contra, las largas audiencias y el encierro le generan un desgaste emocional que a sus 55 años le obligan a pedir tiempos de soledad.

“Las audiencias son muy largas y al escuchar tantos alegatos sin fundamento en su contra ella se ve muy afectada. No podemos olvidar que ella también es abogada y todo su conocimiento le genera un sentimiento de impotencia, al constatar que no se respetan las leyes”, afirma la abogada Norka Cuéllar, quien acompaña a la expresidenta desde la primera audiencia cautelar.

Juzgada por acusados

“Ella se ríe a veces, pero también le causa un sentimiento de frustración muy terrible. El Gobierno usa a personas denunciadas por otros delitos para mantenerla encarcelada y en las audiencias esas personas hablan de ética, objetividad, obedecer las leyes y aseguran que cumplen con su trabajo”, dice Carolina.

La joven se refiere a que, durante su encierro, la expresidenta también lee y escucha noticias. Una de las últimas que comentó fue la de las denuncias de la adulteración en la declaración de testigos en los casos de violencia que se presentaron contra el subprocurador, Juan Clemor. Es el principal acusador en todos los procesos que se siguen a la exmandataria.

Añez recuerda que durante las audiencias del caso “Golpe II”, el juez tuvo que hacer una fuerte advertencia contra el funcionario por el carácter explosivo y el lenguaje inapropiado que usó. Otro caso es el del fiscal Omar Mejillones, quien en 2018 fue aprehendido por pedir a una víctima de estafa que pague sus cuentas en casas de citas, pero él sigue como fiscal “anticorrupción”.

Pero lo que a Añez le pareció más inverosímil fue que en la primera denuncia en su contra, la exdiputada Lidia Patty puso como testigo principal a su asesor personal, Antonio la Fuente, una persona con múltiples antecedentes por estafa, extorsión y otros delitos. Irónicamente, dos de sus denunciantes fueron Abel de la Barra, excomandante de la Policía, y el actual ministro de Defensa, Edmundo Novillo.

“Son personas que le deben favores al Gobierno”, asevera la hija del expresidenta. Señala que no son temas que su madre haya denunciado, pero son reales y cuestiona cómo la vida de una serie de funcionarios involucrados en casos de corrupción afecta a la suya y a la de toda su familia. “Ella sigue costurando, con la esperanza de pronto salir libre, porque sabe que la gente ya se dio cuenta de que vivimos en dictadura”, dice Carolina.
“Ella pasó de la conmoción de ser secuestrada ilegalmente a la impotencia de no poder proteger a sus hijos”.
Carolina Ribera Añez
“Ha demostrado un cambio muy profundo desde la primera vez que estuvo ante un juez, luego del secuestro en Beni”.
Carolina Ribera Añez
“Ella sigue costurando, con la esperanza de pronto salir libre, porque la gente ya se dio cuenta de que vivimos en dictadura”
Carolina Ribera Añez

Fuente: Pagina Siete

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