Marcelo Claure denuncia que Jeanine Áñez, Camacho y Pumari son presos políticos

El empresario critica el uso de la justicia para encarcelar a opositores por la crisis de 2019 y asegura que “la historia no olvida”.

Martes, 11 de febrero de 2025 (FmBolivia).- El empresario boliviano Marcelo Claure afirmó este martes que la expresidenta Jeanine Áñez, el gobernador electo Luis Fernando Camacho y el exlíder cívico Marco Antonio Pumari son «presos políticos». A través de sus redes sociales, Claure criticó el manejo judicial del Gobierno y acusó a las autoridades de fabricar casos en su contra.

Prensa Libre

“Pueden inventar lo que quieran y manipular la justicia a su antojo, pero la verdad es clara: Camacho, Pumari, Áñez y muchos más son presos políticos”, escribió Claure. El empresario sostuvo que estas figuras han sido privadas de su libertad “con acusaciones infundadas” y alejadas de sus familias. Además, lanzó una advertencia: “La historia no olvida y, en la vida, todo se paga”.

Jeanine Áñez, Camacho y Pumari están procesados penalmente por su supuesta participación en los eventos vinculados a la crisis política de 2019, que derivó en la renuncia del expresidente Evo Morales y la posterior asunción de Áñez como presidenta interina. En el caso de Áñez, ya fue condenada a 10 años de prisión en uno de los procesos abiertos en su contra, conocido como el caso Golpe II. Actualmente, cumple prisión en el penal de Miraflores de La Paz.

Por su parte, Camacho y Pumari permanecen en calidad de detenidos preventivos. El líder cívico cruceño está recluido en el penal de Chonchocoro (Viacha), mientras que Pumari, inicialmente en Cantumarca (Potosí), fue trasladado temporalmente al penal de San Pedro en La Paz para participar en las audiencias del juicio oral por el caso Golpe I, junto con Camacho.

El exlíder cívico potosino fue llevado desde Potosí hasta La Paz para garantizar su presencia en las audiencias del caso Golpe I. Este proceso judicial busca determinar responsabilidades sobre los hechos ocurridos durante la crisis postelectoral de 2019, cuando se produjeron movilizaciones, enfrentamientos y cambios políticos que marcaron un punto de inflexión en la historia reciente de Bolivia.

Claure ha sido enfático en señalar que estos procesos son una muestra de la instrumentalización de la justicia para perseguir a opositores políticos. Según él, las acusaciones carecen de fundamento y buscan desacreditar y neutralizar a quienes se opusieron al retorno del MAS al poder.

La defensa de Áñez, Camacho y Pumari ha argumentado en reiteradas ocasiones que los casos en su contra están basados en pruebas frágiles y testimonios cuestionables. Sus abogados han denunciado irregularidades en los procedimientos judiciales y han pedido medidas alternativas a la detención preventiva, sin éxito hasta ahora.

El encarcelamiento de estas figuras ha generado un intenso debate en Bolivia. Mientras sectores afines al MAS consideran que los procesos son necesarios para garantizar justicia por los hechos de 2019, otros ven en ellos un intento de criminalizar la disidencia política. Para analistas, esta situación refleja las profundas divisiones que aún persisten en el país tras la crisis de aquel año.

Claure, quien ha sido crítico del Gobierno del presidente Luis Arce, utiliza su plataforma para visibilizar lo que considera injusticias contra la oposición. Su mensaje resuena en un contexto de creciente tensión política, donde el papel de la justicia sigue siendo cuestionado tanto dentro como fuera de Bolivia.

Mientras tanto, las audiencias por el caso Golpe I continúan desarrollándose, con Camacho y Pumari presentes en los tribunales. El futuro de estos procesos será clave para entender cómo evolucionará el panorama político y judicial en el país.