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Hace seis años Bolivia no cuenta con un Defensor del Pueblo

Juan del Granado recordó que Ana María Romero de Campero, fue elegida como primera Defensora en 1988 y fue la constructora de la institucionalidad defensorial durante cinco años (1988-2003), y correspondió a Waldo Albarracín (2010-2016) y Rolando Villena (2010-2016), consolidar su desarrollo durante más de una década, en la que tuvieron que lidiar con los “excesos y atropellos del masismo”.

Si bien la Defensoría del Pueblo fue instituida en el país hace 34 años, en la práctica no existe hace seis años, desde que en 2016 fue cooptada por el gobierno de Evo Morales, que con sus 2/3 parlamentarios designó a David Tezanos, de abierta filiación gubernamental. Desde 2019 hasta ahora, le sucedió Nadia Cruz que, con igual afinidad partidaria, continúa en un “largo y estéril interinato”, advirtió el abogado y exalcalde de La Paz, Juan del Granado.

En ese marco, el exmunícipe manifestó que urge la designación de un nuevo Defensor o Defensora.
“El hegemonismo del MAS ha cooptado casi todas las instituciones públicas, y al hacerlo con la Defensoría ha ocasionado casi su demolición, mucho más si el copamiento del Órgano Judicial, ha dejado inerme a la sociedad y a sus derechos frente al permanente atropello gubernamental impuesto como modelo estatal por Evo Morales y Álvaro García”, dijo.

DESAFÍOS

Apuntó que la designación de un nuevo Defensor o Defensora traerá al menos dos desafíos de largo alcance: La reconstrucción institucional, resituando a la Defensoría desde la sociedad, como prevé la Constitución, y en defensa irrestricta de los derechos y garantías de la gente.

Manifestó que otro desafío es la de convertirse en un guardián celoso de la libertad y la dignidad de todas las personas en un medio de peligroso escenario de polaridad política, emergente de la crisis irresuelta del 2019.

“Se tendrá que reconstruir equipos, estructuras, organización, planes y estrategias defensoriales; tendrá que hacerse un riguroso levantamiento de las áreas de riesgo para los derechos humanos, donde especial relieve deberían tener los derechos colectivos, la protección del medio ambiente, las naciones y pueblos originarios, la población penitenciaria, la mantenida impunidad de los feminicidas, los cotidianos abusos de los distintos agentes gubernamentales”, apuntó.

Aseguró que la Defensoría deberá constituirse, en un promotor del reencuentro y de la concertación nacional, impulsando escenarios de diálogo en todos los ámbitos de la conflictualidad política y social, cuya ausencia mantienen al país estancado en sus crisis y con destino incierto.

Fuente: El Diario.

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