
Arcistas toman sede del MAS en La Paz y queman imagen de Evo Morales
- Diputado Rolando Cuéllar lidera la ocupación y acusa al expresidente de «usar al partido para delinquir». Seguidores de Morales intentan recuperar el inmueble, pero son repelidos con petardos.
La mañana de este lunes, militantes del ala arcista del Movimiento al Socialismo (MAS) irrumpieron con violencia en la sede del partido ubicada en Miraflores, La Paz, en un acto que culminó con la quema de una imagen del expresidente Evo Morales. El diputado Rolando Cuéllar, líder de la facción arcista, fue el principal protagonista del incidente, declarando que su objetivo era «limpiar la imagen del MAS» y acusando a Morales de ser un «pedófilo» y un «violador en serie».

«Vamos a prender fuego a toda la imagen de este pedófilo. Vamos a limpiar la imagen del MAS que representa a los pueblos, la clase obrera trabajadora y los sectores más humildes», afirmó Cuéllar, mientras descolgaba y rompía uno de los retratos de Morales para luego quemarlo frente a los militantes que lo acompañaban.
El legislador justificó la toma de la sede argumentando que el inmueble está registrado a nombre del MAS y no del Frente Para la Victoria (FPV), facción liderada por Morales. «No permitiremos que el FPV utilice estos ambientes para hacer campaña», advirtió Cuéllar, quien además aseguró que la acción busca «devolver la democracia» a un lugar que, según él, estuvo «20 años al mando de un violador en serie que utilizó el cargo para delinquir».
El acto de los arcistas no pasó desapercibido para los seguidores de Morales, quienes llegaron al lugar para intentar recuperar el control de la sede. Los enfrentamientos entre ambos bandos fueron inevitables, y en medio de la tensión, Cuéllar disparó petardos contra los simpatizantes del expresidente, tal como se observa en videos que circulan en redes sociales.
La división interna en el MAS parece haber alcanzado un punto de no retorno, con ambas facciones acusándose mutuamente de traicionar los principios del partido. Mientras los arcistas insisten en «limpiar» la imagen del MAS, los seguidores de Morales denuncian que la toma de la sede es un acto de «vandalismo político».
El incidente no solo refleja la profunda fractura dentro del partido gobernante, sino que también plantea serias dudas sobre el futuro del MAS en un contexto político cada vez más polarizado. La Paz fue testigo de un nuevo capítulo de esta guerra interna, que parece lejos de encontrar una solución pacífica.