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Devotos concurren a camposantos y locales

Flores, licor y plegarias fueron elevadas por los creyentes de las ñatitas, en El Alto.

Luego de una ceremonia andina realizada por mallkus en el cementerio “Héroes del Gas”, la población acude para celebrar una creencia pagana relacionada con los muertos.

El presidente del concejo de Amautas Wilka Víctor Machaca, es quien estuvo a cargo de la ceremonia de las Ñatitas, las cuales son reconocidas como el legado cultural del mundo andino, quienes escogían las calaveritas de las personas más reconocidas por la comunidad para continuar siendo atendidas hasta después de su muerte, en la actualidad y sobre todo en la vida urbana, si bien se abandona la relación de comunidad y se prima decisiones de la familia, esta instancia es quien elige en la actualidad a una calaverita para que no solo proteja a la familia, sino ante todo permita apoyar los deseos y anhelos que la persona pide con fe.

“Es como una personas más que se adopta y se convierte en parte de la familia y debe ser atendido como un hijo, todos los días, todas las noches, tienen que ser atendido, con la finalidad de solicitarle algún beneficio, no solo protección sino lo que uno le pida. Es por eso que nuestros antepasados no existía la muerte, físicamente dejamos de existir, pero las calaveritas nos acompañan todos los días de forma espiritual y deben ser atendidas, porque si no ellas se enojan y nos puede ocurrir varios problemas”, explicó Machaca.

En algunos casos las ñatitas adoptadas, incluso llegan a manos de gente que se dedica a leer la suerte, en estos casos es la fe de quienes acuden a estos centros, quienes solicitarán alguna ayuda, apoyo u orientación para decidir que hacer frente a un problema.

Machaca, quien entre sus manos un pututu (caracol marino), utiliza parte de los atuendos andinos, poncho rojo con franjas azules y una chuspa (bolsas tejidas) en la parte del pecho, la misma que llaman más la atención por la cantidad de adornos incrustados en oro y plata.

El sombrero de oveja, chullo y chalinas tejidas de lana blanca con vivos cafés, son los que le permite distinguirse de sus demás amautas.

Cada ocho de noviembre, los amautas acostumbran a celebrar la fiesta de las natitas, al ser consideradas como protectoras, moderadoras, curadoras y avisadoras, de las personas que tienen fe, en base a los sueños y la interpretación de los mismos, es que se encuentra la conexión entre las calaveritas y sus propietarios o las personas que tienen fe en esta actividad pagana.

“Pero cuando uno ya no puede seguir atendiéndolas, solo debe regalarla o colocarla en un lugar del cementerio, para que otra personas se haga cargo y esa personas que se hace cargo se sueña antes que una persona que antes no le conocía le acompañará”, indicó.

Para Machaca, el atender a una ñatita, no solo es de fe y costumbre, sino surge en la creencia un sentimiento de relación con el espíritu que permite que se mantenga dicha atención. “Se cree que si una personas pierde la fe y deja de atender a la calaverita esta se llega a molestar pueden surgir varios problemas”.

Quien no tienen una ñatita y acude con fe solo debe anotarse el nombre de la ñatita, para que este sea invocado cuando se presente algún problema o reto, para que reciba el apoyo, explica el amauta Machaca, quien al medio de las ñatitas, suena su pututu, convocando a la oración y posterior fiesta que es practicada una vez cada año.

El Diario

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