
Javier Gassó: “2019 es un asunto cerrado, estamos en un momento dulce de la relación”
España celebra esta semana su fiesta nacional. La ocasión es propicia para que el embajador de ese país, Francisco Javier Gassó, hable con Página Siete sobre el nuevo acuerdo marco de cooperación por 100 millones de euros que se suscribirá con Bolivia, de la sugerencia de ajuste a las reglas de juego para incentivar la exploración petrolera, de la crisis política del 2019 y hasta el ánimo anticolonialista que despierta la celebración del 12 de octubre en algún sector de la sociedad.
El diplomático destaca que las relaciones entre España y Bolivia se normalizaron luego de la tensión durante el gobierno de Jeanine Añez para dar paso a una etapa que califica de “dulce”. Se refiere al incidente en el que agentes españoles que visitaron la Embajada de México fueron acusados por el gobierno de Añez de pretender sacar del lugar a alguno de los refugiados del gobierno de Morales.
¿En qué momento están las relaciones de Bolivia y España? Vimos que los presidentes de ambos países se reunieron en el marco de la Asamblea de la ONU.
Yo creo que estamos en un momento verdaderamente óptimo y dulce de las relaciones de España y Bolivia. Fue muy significativo que el Rey, acompañado del Vicepresidente y de la Ministra de Relaciones Exteriores, visitaran el país, acompañaran al presidente Arce en la toma de posesión y tuvieran reuniones bilaterales con ellos y otros actores políticos, que marcaron la normalización plena de nuestras relaciones diplomáticas. Hace dos semanas, los dos presidentes se reunieron en Nueva York, donde trataron el nuevo acuerdo marco de cooperación que vamos a firmar en breve; el presidente Sánchez recordó al presidente Arce que en el segundo semestre de 2023 vamos a organizar una cumbre de jefes de Estado y Gobierno de América Latina y Unión Europea y le pidió al presidente Arce apoyo para la realización de esta cumbre y se acordó que habrá una visita del presidente Arce a España en los próximos meses.
¿Hacia dónde apunta este nuevo acuerdo marco de cooperación?
El acuerdo marco que se firmó en 2018 estaba vigente hasta 2021. Ahora hemos diseñado este nuevo acuerdo marco que estará vigente desde el 2022 hasta el 2025. (El embajador pide a Juan Pita, coordinador de la Cooperación Española, que explique los alcances del acuerdo)
Juan Pita: Tenemos tres ámbitos de acción que son transición ecológica justa, gobernanza democrática y género, y cohesión social. La novedad es que vamos a dar más énfasis a los temas de desarrollo productivo sostenible, a los temas de cambio climático y medioambiente que no fueron tan tratados en anteriores fases de nuestra cooperación. En cuanto a gobernanza democrática y género, vamos a dar continuidad a nuestro trabajo en apoyo al Órgano Electoral, a la Asamblea Legislativa y a la reforma judicial desde una perspectiva de largo plazo.
¿A cuánto asciende la cooperación en comparación al anterior programa?
En este programa vamos a invertir dinero nuevo y fresco en torno a 100 millones de euros no reembolsables por los cuatro años; también habrá una financiación reembolsable de mínimo 30 millones, pero hay que considerar que por el tema de la pandemia y las crisis que ha vivido el país, ha habido una subejecución y tenemos que ejecutar saldos remanentes de la anterior gestión en torno a 40 o 50 millones de euros. (Termina la intervención de Pita y regresa el embajador Gassó).
¿Cuál es el diagnóstico de la justicia para definir un programa de cooperación?
Nosotros coincidimos con la totalidad de los actores con los que hemos conversado en Bolivia en que es necesario fortalecer el sistema de justicia y por eso consideramos que es fundamental continuar trabajando para que se fortalezca desde el punto de vita de la independencia de los jueces, de la profesionalidad de los jueces, la interoperabilidad del sistema de justicia y sobre todo garantizar el acceso de la población a la justicia. Nuestro trabajo de fortalecimiento del sistema de justicia, que lo hacemos conjuntamente con la UE y con la Unodc, se centra en apoyar un fortalecimiento estructural del sistema; no nos metemos en cuestiones de carácter político o coyuntural.
¿Esos planes se han aplicado o se han ido postergando? Porque la UE dijo en una ocasión que se habían revertido fondos.
La UE tenía una previsión de una financiación muy grande para trabajar con la justicia, pero hubo dificultades en determinado momento por diversos temas, como la crisis política del país y la pandemia, y ese proceso se diluyó, pero se retomó hace año y medio con un proyecto un poco menos ambicioso, con cantidades menores. Debo decir que nuestros interlocutores, tanto en la escuela de jueces como en la escuela de fiscales, en el Ministerio de Justicia, están produciendo resultados positivos en este proyecto, que es a largo plazo.
¿Cuál es la posición de Repsol en Bolivia? ¿Se han hecho nuevas inversiones o están explotando lo que se tenía?
Repsol lleva muchos años trabajando en el país, haciendo exploración y sobre todo explotación y prestando servicios a YPFB. De acuerdo a la información que tenemos, es una empresa privada; no puedo hablar en nombre de Repsol, pero ellos tienen interés de continuar trabajando en el país, son conscientes de las dificultades existentes. Ellos habitualmente mantienen conversaciones muy fluidas con el Ministerio de Energías como con YPFB, habitualmente proponen modificaciones en la Ley de Hidrocarburos que permitan, de alguna manera, mejorar las condiciones para una mayor exploración. Es, sin duda, creo yo, la gran dificultad para avanzar en exploración, pero en explotación están teniendo resultados positivos, como hace unos meses con el anuncio de nuevos hallazgos en algunos pozos en (el campo) Margarita y algunos otros. Creo que esto garantiza de alguna manera la continuidad de Repsol en el país. También es cierto que, a nivel mundial, Repsol está interesándose más por otro tipo de energías, energías renovables y limpias. En España, por ejemplo, tiene una tecnología importante de hidrógeno verde. Son áreas que tanto a Repsol como a otras empresas españolas les interesaría llegar al mercado boliviano.
Si se hicieran los cambios necesarios en la Ley de Hidrocarburos, ¿Repsol invertiría más en exploración?
No puedo hablar en nombre de Repsol, pero sí es cierto que en el caso de Repsol o de cualquier inversión extranjera, una mejora en el marco legislativo, normativo boliviano podría beneficiar. La Ley de Hidrocarburos es una ley que tiene más de una década, que se ha demostrado que ha sido muy positiva en algunos aspectos, pero que tiene otros que podrían ser susceptibles de mejorar y mi impresión es que se está trabajando en ello. Si eso se consiguiera estoy seguro de que el clima inversor sería más favorable y por tanto habría interés por parte de empresas con la tecnología suficiente para poder trabajar como socios de Bolivia para la mayor exploración de recursos gasísticos.
¿España o empresas españolas está interesadas en el litio boliviano?
No hay, que me conste, un interés particular de empresas españolas en la exploración del litio, no es el sector en el que mayor tecnología hemos desarrollado en España, sí que hay en la prestación de servicios paralelos o servicios que acompañan la explotación del litio, empresas constructoras, fabricantes de tuberías, en esas áreas hay buena tecnología española.
Bolivia espera que España sea el portador de la causa boliviana para conseguir la exención del visado para la Unión Europea. ¿Cómo ha ido eso, ha avanzado o se ha cerrado el tema?
Nosotros queremos seguir siendo esa puerta de entrada de Bolivia y de América Latina en Europa. El de los visados, es un tema que nosotros continuamos manteniendo vivo; sin embargo, tenemos que decir que existen dos grandes requisitos. Por una parte, los requisitos técnicos; en ese sentido, Bolivia ha avanzado mucho en pasaportes biométricos y otros requisitos técnicos, pero finalmente la exención de visados es una decisión política que debe adoptarse por un conjunto de países, por todos los países que forman parte del área Schengen, donde existen sensibilidades muy diferentes y por lo tanto se debe seguir trabajando con todos esos países para lograr que comprendan que la exención de visados para los ciudadanos bolivianos es algo justo, algo necesario y algo en lo que España querría avanzar. Nosotros, que somos el primer receptor de inmigración boliviana en Europa, no tenemos ningún problema con la comunidad boliviana residente en España; es una comunidad trabajadora, que invierte en España, paga sus impuestos en España, se integra de forma muy habitual con la realidad española y que mantiene sus raíces con Bolivia. Hay casos concretos en los que tenemos en los consulados un problema serio de falsificación de documentación; todos esos temas dificultan que otros países del área Schengen perciban a Bolivia del mismo modo como lo percibimos nosotros. Por tanto, es necesario que continuemos trabajando con ellos para avanzar en ese proceso que no es sencillo, pero que confío que en algún momento podamos lograr.
¿En qué nivel está la ola migratoria boliviana y, de retorno, tiene alguna información sobre las remesas?
La mayor cantidad de remesas de los bolivianos en el exterior proceden de España, aunque España no es el país donde mayor número de bolivianos hay. Por ejemplo, hay más bolivianos en Argentina. Eso significa que los bolivianos que viven en España se han incorporado a la economía formal. El número de bolivianos en España está entre 180 mil y 200 mil y no hemos detectado un incremento de la emigración destinada a residir en España.
El Gobierno ha emitido un comunicado fustigando a la UE por su participación en los hechos de 2019. ¿Cuál es su opinión al respecto como integrante de la Unión Europea?
No fue un comunicado, fue un comentario (del presidente Arce) en un medio de comunicación (RT); no obstante, el alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, se pronunció de manera muy contundente respecto a ese comunicado indicando que rechazaba de forma absoluta cualquier percepción de que la UE participase en una ruptura constitucional en la crisis política en 2019. Y reiteró que aquello que hizo la UE en ese proceso fue intentar facilitar una comunicación entre las distintas fuerzas políticas en un momento de crisis social, crisis política, de violencia muy grave en el país y que lo hizo a petición de las autoridades bolivianas del momento, del gobierno del presidente Morales. Con esas palabras de Josep Borrell, queda muy claro cuál es la consideración de la UE como la de los Estados miembros de la UE sobre esa situación, pero lo más importante es que miremos a futuro. Las relaciones entre Bolivia y la UE son sólidas, de amistad, de cooperación.
En el caso concreto de España, hubo dos episodios. En primer lugar, tratando de mediar para que hubiera diálogo en la Universidad Católica con su embajador y un representante; y el otro momento durante la crisis con la Embajada de México. Ya pasaron tres años, ¿cuál es la evaluación de esos hechos, son un asunto cerrado?
La respuesta es que es un asunto absolutamente cerrado, nosotros estamos en un momento muy dulce de la relación, estamos mirando a futuro. Para España hubo una crisis política muy grave en 2019 que se saldó de forma plena en las elecciones de 2020, en las que el pueblo boliviano mostró un civismo, una voluntad democrática tremenda, que se manifestó de forma muy clara con una opción política muy evidente y que por tanto abrió un nuevo camino para la realidad boliviana y para intentar superar aquellas fracturas que llevaron a esa crisis política de 2019. Pensamos que el incidente de diciembre de 2019 que acabó con la expulsión de dos diplomáticos españoles fue un incidente muy doloroso que puso en riesgo la estabilidad de las relaciones bilaterales entre dos países que somos hermanos. Afortunadamente se pudo separar y con la visita del rey a la posesión del presidente Arce lo dimos por zanjado. Fue un gesto muy bueno por parte de Cancillería que retiró las declaraciones de persona non grata de los dos diplomáticos.
¿Con el gobierno de Añez o con el nuevo Gobierno?
Con el nuevo Gobierno. Con el gobierno de Añez tuvimos un proceso progresivo de entendimiento, porque los dos países nos dimos cuenta de que nos estábamos metiendo en un callejón sin salida y que no era beneficioso para nadie que España y Bolivia rompieran relaciones diplomáticas, pero no llegamos a intercambiar embajadores.
Se acerca el 12 de octubre y por estas fechas reflotan sentimientos anticolonialistas. El año pasado hemos visto la vandalización de dos estatuas. ¿Cómo ve estas expresiones en la calle?
El 12 de octubre es la fiesta nacional de España, en Bolivia vamos a celebrar 175 años de relaciones diplomáticas, una historia común muy intensa, con sus aspectos dolorosos y sus aspectos positivos y queremos celebrar, no una conquista; por supuesto que 12 de octubre fue la fecha en que Colón llega a América y por eso en España se conmemora la fiesta nacional, pero en este momento lo que queremos celebrar es la hermandad entre dos grandes mundos. Ese tipo de expresiones son comunes, no son exclusivas de Bolivia, se producen en todo el mundo; son expresiones en las cuales un sector de la población quiere poner de manifiesto un cierto sentimiento. Considero que son expresiones legítimas, no comparto la forma en que se llevan a cabo esas expresiones, vandalizando monumentos. Aterrizando la situación en Bolivia es necesario que haya una reflexión entre los bolivianos acerca de su propia historia y nosotros aceptaremos cualquier decisión que se tome al respecto.
“Una mejora en el marco legislativo normativo boliviano podría beneficiar (a la inversión extranjera”.
“Para España hubo una crisis política muy grave en 2019, que se saldó de forma plena en las elecciones 2020”.
“Considero que son expresiones legítimas, pero no comparto la forma, vandalizando monumentos”.
Fuente: Pagina Siete