
- Incógnitas en el horizonte político ante el retiro de la oposición de crucial discusión
La esperada convergencia en torno a las Elecciones Judiciales se ve ensombrecida por la incertidumbre en esta jornada de miércoles. Un viraje inesperado marcó la retirada de la oposición de la comisión técnica destinada a forjar un proyecto de ley unificado. Mientras tanto, desde las filas del oficialismo, las críticas no se hicieron esperar, apuntando directamente a las posturas adoptadas por Comunidad Ciudadana y Creemos.
Los líderes opositores, en una acción cargada de significado, dieron por colapsado el diálogo al abandonar la reunión llevada a cabo en la Vicepresidencia. Su postura se sostiene en la ausencia de senadores de la bancada «evista» del Movimiento al Socialismo (MAS) en esta crucial conversación.
«Desafortunadamente, los senadores del Movimiento al Socialismo no se hicieron presentes, lo que fracturó el diálogo. (…) No es posible construir normativas cuando las discrepancias afloran incluso dentro del propio MAS», expresó con firmeza el senador de Creemos, Henry Montero.
La senadora de Comunidad Ciudadana, Andrea Barrientos, sumó su voz a la protesta, afirmando: «El MAS ha arrojado la toalla y ha decidido abandonar el diálogo. Ni siquiera se presentaron a la reunión».
Barrientos reconoció avances sustantivos alcanzados en la comisión, pero arremetió con su crítica alegando que el MAS carece de interés en la conversación y en su lugar busca debilitar la integridad de la Justicia.
Desde las filas del MAS, el diputado Juan José Jáuregui tomó la palabra para ofrecer claridad. Señaló su presencia en el diálogo y aseguró que su colega senador Luis Adolfo Flores se encontraba en camino.
Jáuregui, enérgico, aclaró que el diálogo no ha colapsado, sino que se encuentra momentáneamente en pausa. En un llamado a la sinceridad, instó a los opositores a asumir sus posturas con transparencia.
Sin embargo, el diputado manifestó su inquietud ante el afán de los opositores de superar los requisitos de los dos tercios necesarios para dar curso al proceso de preselección. Rechazó categóricamente la posibilidad de instaurar decisiones unánimes o con el apoyo de cuatro quintos, como esgrimía la oposición.
«Por favor, esto no es matemática. Nos encontramos debatiendo sobre el cumplimiento de la Constitución y las leyes. Escenarios de esta naturaleza no pueden ser utilizados como herramientas de chantaje hacia la mayoría parlamentaria», subrayó con vehemencia.
Ante la consulta acerca de la anunciada decisión de la oposición de retirarse definitivamente del diálogo, Jáuregui, representante del oficialismo, atribuyó esas declaraciones al ardor del momento. Sin embargo, confía en que con el paso de las horas, la sensatez prevalecerá y los actores deberán retornar a la mesa de negociación en pos de alcanzar un consenso.
En el epicentro de esta controversia se hallaba la comisión, destinada a consensuar una ley para la preselección judicial y agilizar los tiempos para la elección de pre-candidatos a magistrados en la Asamblea.
Este debate se desenvuelve al ritmo de un reloj implacable, dado que el Tribunal Electoral estableció el 4 de septiembre como plazo final para recibir la nómina de preseleccionados y así dar paso a la organización del sufragio. Con este telón de fondo, el camino hacia un acuerdo se torna más crucial que nunca.